La Fundación de la Comunitat Valenciana para la Prevención de Riesgos Laborales se ha convertido en una entidad que funciona al ralentí, aunque teóricamente está liquidada desde hace dos meses.
Desde que en el pleno del Consell del pasado 2 de diciembre se acordara la eliminación de esta entidad pública, junto a otras ocho fundaciones y una empresa, la de Prevención de Riesgos Laborales ha paralizado sus funciones, según ha podido saber, aunque todavía se mantiene en servicio la página web -actualizada a fecha del 15 de febrero- y se siguen pagando las nóminas del personal contratado.
Dos meses y medio después de aquella decisión, ningún responsable de la Conselleria de Economía se ha dirigido al gerente de la entidad para ordenar la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo con el que despedir a los ocho operarios que integran su estructura, incluido él mismo.
Desde la Conselleria de Economía apuntaron que la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales está «en proceso de liquidación», la misma situación que las otras fundaciones que en el pleno de diciembre el Consell acordó suprimir: la de Agua y Progreso, la de Buseo, la de Calidad de la Educación, la de Fomento del Cooperativismo, la Valenciana de Calidad, la de Costa Azahar, Pro Esport y la del Doctor Peset. Esta última, la única de las fundaciones de los hospitales de la Comunitat que va a eliminar el Gobierno valenciano.
La Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales funciona bajo la supervisión de un patronato integrado por 18 miembros; seis de la Generalitat, otros tantos de las organizaciones empresariales y la media docena restante, de CC OO y UGT.
Una comisión delegada, compuesta por seis miembros del Patronato, disponía de competencias son la elaboración de los programas de actividades, la financiación, los presupuestos, las cuentas y los programas anuales.
El gerente se ocupaba de la gestión diaria, la elaboración de presupuestos y la propuesta de financiación de los programas y actividades.
Ni el patronato ni la comisión delegada cobraban por ejercer su función. Sí lo hacían los profesionales: 307.127 euros en su conjunto, según indica el apartado de gastos de personal de la última Cuenta General de la Generalitat.
Fundada en el año 2000, tiene tres objetivos: la formación, la «difusión de la cultura preventiva» y fomentar la investigación y el desarrollo.
Aparentemente, el funcionamiento de esta fundación era bastante correcto. En el último presupuesto consolidado, el de 2010, disponía de unos ingresos de 648.385 euros, mientras que los gastos ascendieron a 648.580, lo que supuso una pérdida de 194 euros. Esa pérdida la justifican aduciendo que aún no han percibido unas subvenciones de los años 2001 y 2002, de 3.537 euros, aunque se compensaron con un ingreso de 3.000 euros al realizar tres cursos en el Instituto Valenciano de Administraciones Públicas.
La Cuenta General indica que la desviación del gasto corriente, por 188.102 euros, tiene su origen en el aumento de las subvenciones, que pasaron de 399.820 euros en 2009 a 550.000 al año siguiente.
Y estaba previsto realizar actividades en el ámbito de la mediación laboral y del mercado de trabajo que finalmente no se llevaron a cabo. La fundación controló 6.083 alumnos en los cursos de formación impartidos en las instalaciones de Cierval en las tres provincias, UGT y CC OO.
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