Las numerosas campañas de concienciación iniciadas por los sindicatos y por las administraciones públicas no han logrado reducir la nómina de personas fallecidas en el tajo durante 2008. Y esto, a pesar de que el desempleo se ha cebado con dureza en los últimos meses con el sector de la construcción, uno de los que, paradójicamente, más presente está en las estadísticas de siniestralidad. Según los datos facilitados por el sindicato CCOO, diez personas fallecieron en la provincia a lo largo de 2008, lo que supone un aumento del 25% respecto al año anterior, cuando fueron ocho las que perdieron la vida.
“Los accidentes suelen repetir el mismo perfil: caídas en altura, aplastamientos… En la mayoría de las ocasiones, son sucesos previsibles y, por lo tanto, se pueden evitar. Pero en la práctica no ocurre así”, lamentó el responsable de Construcción de CCOO, Andrés Pozuelo. A falta de cerrar la estadística general del año pasado, hasta el mes de septiembre habían fallecido 40 trabajadores en toda Andalucía, frente a los 35 de 2007. En Córdoba, la cifra final ya revela esa tendencia al alza que las plataformas sindicales preveían desde hace tiempo.
“Para muchas empresas todavía no es prioritaria la formación en prevención de riesgos laborales, y eso se nota en las cifras”, subrayó Pozuelo. La estadística, además, pasa por alto el endurecimiento de las campañas emprendidas por la Inspección de Trabajo y la persecución de los delitos por parte de la Fiscalía Provincial de Córdoba, que cuenta con un departamento especializado en esta materia.
Para el secretario de Comunicación de CCOO, Pedro Márquez, los datos son “doblemente preocupantes”. No sólo porque crecen, sino porque “el desempleo está aumentando con la crisis económica”. “Después de la inversión que se ha realizado, hay que analizar por qué no calan las campañas de sensibilización realizadas por los agentes sociales, y por qué las empresas no las aplican en su día a día”, reflexionó.
Los informes del Instituto Nacional de Empleo (Inem) muestran que el mercado laboral de la provincia sigue sufriendo los efectos de la crisis. La cifra de desempleados se situaba en 64.445 personas en noviembre -el último mes del que hay datos-, y éste era ya uno de los valores más elevados de los últimos años. En noviembre se incorporaron a las listas del paro 772 demandantes, lo que supone 14.482 personas más que hace sólo un año. Esta subida, a pesar de ser la más baja de Andalucía, deja en evidencia la mala coyuntura. Las muertes en el tajo, sin embargo, no cesaron.
El primer accidente laboral mortal de 2008 se produjo el día 10 de enero en la central térmica de Puente Nuevo. Fuentes sindicales y del 112 explicaron en su día que el suceso tuvo lugar cuando un trabajador -que estaba levantando una nave en la térmica- manipulaba un camión grúa y, por causas que se desconocen, la cabeza de la grúa se desplomó e impactó sobre el operario.
El rosario de accidentes no cesó durante todo el año. Y a principios de febrero se produjo otro hecho luctuoso. En este caso, el siniestro se produjo en la finca El Pernal Blanco de Obejo, cuando un trabajador de 33 años falleció al caerle encima el tractor que conducía. A principios de abril, se produjo un suceso muy similar al anterior en Peñarroya-Pueblonuevo. En esta ocasión, la víctima también fue un trabajador rumano. El joven estaba trabajando en el laboreo cuando volcó el tractor en el que iba montado y se le vino encima.
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