La Fiscalía solicita penas que suman diez años y seis meses de prisión para un oficial, un encargado de obra y un aparejador acusados de un delito contra el derecho de los trabajadores y un homicidio imprudente por un accidente laboral con resultado de muerte en una obra de Arenal 2000. El siniestro se produjo sobre las 14.00 del 8 de agosto de 2001 en un complejo de viviendas unifamiliares en construcción en Encinarejo.
Según detalla el escrito provisional de acusación del Ministerio Público, el trabajador procedía a colocar las tejas de la cubierta de la primera planta de un edificio cuando se precipitó al vacío desde una altura de tres metros, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico que le produjo una muerte inmediata. La víctima estaba contratada como peón albañil por la subcontrata de una subcontrata de Arenal 2000.
El fiscal detalla que para la ejecución de los trabajos “no se habían adoptado medidas de seguridad individuales”, por lo que el finado “carecía de cinturones de seguridad individuales”. Como medidas de seguridad colectiva, por otra parte, se colocó una barandilla de un metro de altura que “carecía de barras intermedias y de rodapiés”, de modo que el obrero cayó por el hueco existente entre el piso y la barandilla.
El Ministerio Público considera que J. F. A. A., oficial albañil y copropietario de la subcontrata para la que trabajaba la víctima, era consciente de las deficiencias de seguridad de las obras. También considera responsables de los hechos al encargado de obra, A. C. C., y al aparejador, R. R. B., ambos empleados de Arenal 2000. El fiscal solicita tres años y seis meses de prisión para cada uno de los acusados, así como una indemnización que supera los 200.000 euros.
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