La exposición continuada al ruido eleva en un 140% el riesgo de ataque cardiaco, mientras que la polución ambiental está ligada a muchas de las hospitalizaciones de personas que sufrieron alguno con anterioridad.
“Existe una relación directa entre el grado de polución ambiental y la frecuencia de enfermedades”, dijo Stephanie Von Klot, del centro de investigación ambiental y sanitario alemán GFS. “Observas el riesgo incrementado (de ataques al corazón) incluso por debajo de los actuales límites legales (de polución ambiental)”, añadió la directora del proyecto, Annette Peters.
La ligera subida de las emanaciones de diesel en el aire supusieron un incremento del 2,5% en las hospitalizaciones. Los hallazgos se basaron en el estudio de 22.000 pacientes de cardiología de Augsburg (Alemania), Barcelona, Helsinki, Roma y Estocolmo.
La contaminación acústica eleva vertiginosamente los niveles hormonales de estrés, afectando a la presión sanguínea y a la concentración de lípidos en sangre, de acuerdo con un estudio de la Universidad Clínica Charite de Berlín, basado en 4.115 enfermos de corazón.
Las mujeres que afrontan constantes niveles de ruido en el hogar tienen un riesgo significativamente más alto de sufrir ataques cardiacos. Sin embargo, las posibilidades no aumentan entre los hombres expuestos a condiciones similares, aunque sí si el entorno es su lugar de trabajo. Las diferentes reacciones psicológicas se deben a las prioridades del paciente.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
