El sector de la construcción en Canarias lo conforman 6.700 empresas que emplean a unos 80.000 trabajadores. La entrada en vigor de la moratoria turística, en enero de este año, apenas ha tenido hasta ahora una repercusión en pérdida de mano de obra o de sociedades. Sin embargo, las estimaciones oficiales barajan un desempleo de 20.000 personas en los próximos años. Los sindicatos, por su parte, entienden que el Gobierno regional debe contribuir a reubicar esta bolsa laboral en la agricultura y los servicios con dos condiciones: estabilidad y sueldos dignos.
El desempleo actual en la construcción se cifra en unos 12.000 trabajadores en Canarias, pero podría llegar hasta los 20.000 parados en los tres próximos años. Sin embargo, durante el primer semestre de este año apenas existió un centenar más de personas del sector en el Inem. La contención de la edificación por la moratoria turística apenas se ha dejado notar en la pérdida de empleo. Es más, las ventas de cemento han experimentao un aumento en el último año, casi un 12 % en relación con el ejercicio anterior.
El secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios, José Cristóbal García, explica que “el resultado de la ralentización económica de la actividad constructora en las islas se debe al menor vigor de la demanda interna”.
El secretario general regional de la UGT, Carlos Ucha, considera que el ritmo del volumen de obra en el Archipiélago era hasta ahora completamente “disparatado”. Y recuerda que el sector pasó de 40.000 a 80.000 trabajadores en cuestión de poco tiempo.
El director general del Instituto Canario de Formación y Empleo (Icfem), Diego León, considera que en Canarias sigue existiendo “mucha oferta de trabajo de empresa que no es cubierta”. La cifra más manejada es la demanda global de 7.000 trabajadores para el sector agrícola.
Carlos Ucha recuerda que en el Archipiélago la precariedad en el empleo alcanza al 42 % del mercado laboral, por encima de la media nacional. A su juicio, no se le puede pedir a un trabajador de la construcción, con un sueldo alto, que pase a trabajar en la agricultura por 80.000 pesetas brutas al mes. O a un conductor al que se le ofrece un contrato de sólo tres meses. “Es imprescindible mejorar la calidad de la renta y dar estabilidad en el empleo para cubrir las demandas en agricultura y servicios, a través del PIEC o algún tipo de incentivo”.
Un zurcido fino
El vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía y Hacienda, Adán Martín, estima que a corto plazo no se va a notar el impacto de la moratoria en el sector de la construcción, “a medio y largo bajará el ritmo, aunque ayudará a estabilizar el empleo en el sector y evitar una saturación que abocaría a una nueva crisis”.
Martín explica que el plan de inversiones del Gobierno regional hasta el 2006 y la demanda de viviendas de los ciudadanos podrá amortiguar la merma de empleo por los efectos de la moratoria turística, “pero debemos hacer un zurcido fino con todo ello”. El vicepresidente añade que la edificación turística no es muy elevada en las islas y pronostica que la moratoria no tendrá un gran impacto en el mercado laboral.
La presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción (AEC), María Salud Gil, dice que la aplicación de la moratoria “no tiene un efecto inmediato, lo importante es saber lo que se ha dejado de invertir”. Los empresarios ultiman una evaluación de las inversiones en terrenos y en proyectos que se han visto paralizadas.
El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Canarias (Aempic), Manuel Ley, asegura que los precios del suelo y la aplicación de un 15 % de AIEM al cemento podría suponer un fuerte golpe para el sector. No obstante, matiza que la demanda de vivienda en las islas se mantiene, aunque empieza a remitir en determinadas zonas alta de la ciudad de Las Palmas.
Aumento de precios
El coste medio de la vivienda en Canarias oscila entre 15 y 20 millones para una vivienda de 100 metros, según datos de la Sociedad de Tasación. Durante el primer semestre de este año, los precios aumentaron en Canarias un 5,7 % y se colocó como la segunda región española donde más crecieron en este periodo. La Consejería de Obras Públicas del Ejecutivo regional tiene previsto para este año ayudas para la edificación de 2000 viviendas, entre públicas y privadas.
Manuel Ley dice que “los precios de la vivienda están subiendo una barbaridad, especialmente motivados por la carestía del suelo”. A su juicio el sector se debe centrar en la rehabilitación de zonas deterioradas, tanto en el sector turístico como en las áreas urbanas, donde existe una gran proyección de futuro.
“Estamos indignados con la intención de aplicarle un 15 % al cemento en el Aiem como lo han hecho desde Asinca” añade Ley. Sin embargo, el presidente de Asinca, Antonio Rivero, asegura que ese porcentaje venía dado por la carga fiscal que tenía el cemento en diciembre de 1996 por Arbitrio de Entrada y Tarifa Especial.
Y en el clima de incertidumbre en el sector de la construcción, la AEC recuerda que el comportamiento licitatorio de las distintas administraciones públicas muestras una fuerte disminución por parte del Gobierno autonómico, especialmente en la provincia de Las Palmas, aunque la realizada por la Administración central amortigua los efectos negativos.
Tanto sindicatos como Administración coinciden en señalar que la desaceleración en la construcción y el efecto de la moratoria turística se dejará notar más en la mano de obra que viene de la Península. Carlos Ucha recuerda que muchos de estos trabajadores sólo vienen por meses y cuando se acaba el trabajo regresan a sus lugares de origen. Adán Martín trata de fijar una proyección sostenible de empleo en el sector más allá de los “picos ciclícos” que aparecen cada cierto tiempo.
El sector de la construcción afronta un reajuste de sus previsiones de crecimiento y de generación de mano de obra, pero todos los agentes implicados se muestran más interesados en imprimir una sostenibilidad en el sector que en un desarrollo desmesurado.
El director del Icfem, Diego León, asegura que no tiene por qué existir una gran merma en el empleo en la construcción con la entrada de la moratoria turística, “en los análisis que nosotros venimos haciendo hasta ahora no hemos encontrado un gran pinchazo en el tema de empleo en el sector”.
León indica que “el empleo no sostenible, fundamentalmente integrado por mano de obra foránea es el que no va a seguir siendo captado a partir de ahora”.
El director del Icfem asegura que se está reuniendo con todos los sectores del Archipiélago para conocer sus perspectivas de crecimiento “y la primera experiencia es que para la zafra del tomate se requieren 3.000 nuevos empleos para aumentar la extensión de los cultivos y se está cubriendo con mano de obra local, terminando con el tópico de que no se quiere trabajar en la agricultura”.
León destaca que su departamento trata de “cambiar empresarios depredadores por emprendedores que generen actividad de desarrollo sostenible y esto va desde actividades en el mundo rural a la generación de empleo de calidad”.
María Salud Gil: “El efecto de la moratoria no es inmediato en el sector”
La presidenta de la Asociación de Empresarios de la Construcción (AEC), María Salud Gil, considera que los efectos de la entrada de la moratoria turística no serán inmediatos en el sector de la construcción. Sin embargo, los datos que maneja de cara a los próximos años no tienen la suficiente fiabilidad como para dibujar unas líneas claras de actuación para las 6.700 empresas del sector.
La referencia más fiable es la de expedientes visados por el Colegio oficial de arquitectos en Canarias para tener una visión sobre el futuro de la promoción de viviendas y otras edificaciones. Durante el último año descendió el número de expedientes de viviendas en la provincia de Las Palmas en relación con el ejercicio anterior en un 23 %. Baja tanto el número de viviendas de nueva planta como las rehabilitaciones. Lo mismo ocurre en la provincia de Santa Cruz de Tenerife donde el número de expedientes de viviendas ha disminuido en el último año.
Los visados del Colegio de Arquitectos van a repercutir en el volumen de obra al final de este año. Los primeros síntomas que apunta la AEC no son precisamente optimistas.
La Provincia - Diario de las Palmas
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