El sindicato CCOO se encuentra ultimando una investigación sobre las enfermedades profesionales en Euskadi, en el que se incluyen dolencias como la asbestosis -exposición prolongada al amianto o asbestos- y otras de nueva aparición, como el conocido como Síndrome del edificio enfermo.
Estas enfermedades, recuerda CCOO, siguen siendo un grave problema al que debe enfrentarse el mundo laboral y, sin duda, su erradicación requiere de la colaboración de instituciones, patronal y los propios trabajadores, porque la siniestralidad laboral continúa presente, aunque estos accidentes y enfermedades son más visibles y han dejado de ser tabúes que, antaño, incluso se ocultaban.
Euskadi ha registrado desde el pasao mes de enero un total de 17 accidentes mortales en el ámbito laboral; cuatro de ellos en Álava, además de detectar 505 nuevos casos de enfermedad profesional. Pese a ello, desde CCOO Euskadi, el responsable en este área, Jesús Uzkudun, se congratula de que ahora se hable más de este tema.
A juicio de Uzkudun, la asignatura pendiente es la reducción de sucesos que acaban con la vida de los trabajadores, paradójicamente, en el puesto que desempeñan para ganar su salario. Por desgracia, no es que hace diez años hubiera menos accidentes que ahora, pero sí contamos con la ventaja de poder destapar esos siniestros, a pesar de las trabas todavía existentes, señala.
Abordar el problema es el primer paso para alejar fantasmas, señala Uzkudun, advirtiendo de que las estadísticas oficiales no reconocen estas enfermedades y accidentes en su totalidad, debido a que los recuentos no son exactos o las propias empresas ocultan los accidentes y sus pruebas.
En este sentido, el caballo de batalla actual del sindicato vasco es el reconocimiento de las enfermedades profesionales en esta Comunidad Autónoma de las que, en breve, presentará este estudio pormenorizado.
El Informe contempla una de las dolencias más graves de este tipo de enfermedades laborales, la asbestosis, o enfermedad del amianto, que provoca cánceres en ocasiones irreversibles. Los enfermos se enfrentan a dos dificultades principales: por una parte, no saben adónde acudir, asegura Uzkudun y, por otra, se enfrentan a los obstáculos que las instituciones ponen para reconocer su problema.
La sanidad se preocupa por si el afectado bebe o fuma, pero casi nunca se le pregunta dónde trabaja, denuncia el responsable de Salud y Seguridad del sindicato, que argumenta que estas circunstancias explican las dificultades añadidas para atajar este problema.
Por otra parte, CCOO también ha denunciado recientemente la aparición de varios casos en la CCAA del denominado Síndrome del edificio enfermo. No se trata de una enfermedad tan grave como la asbestosis, pero la alarma se ha encendido al detectar varios casos en un mismo lugar, concluye.
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