Unos 35.000 trabajadores aragoneses son víctimas de mobbing , según los datos de CCOO en Aragón. Las cifras, que son fruto de la extrapolación de los resultados de una encuesta realizada en 650 empresas de la comunidad, se hicieron públicas en la jornada sobre acoso moral en el trabajo que celebró el sindicato ayer, en Zaragoza. Según explicó Benito Carrera, responsable del área de Salud Laboral de CCOO en Aragón, el encuentro buscaba una reflexión, un debate y una puesta en común del trabajo futuro. “Hay demasiada gente que padece acoso laboral y que no lo denuncia. La intención del sindicato es acabar con el silencio con la puesta en marcha de iniciativas en este sentido”, añadió.
“Humillar al trabajador, vejarlo, dejarlo sin ocupación o sobrecargarlo de trabajo conscientemente son algunas de las actuaciones que lleva a cabo el acosador con el objetivo de amendrentarlo y minimizar su resistencia, para lograr su exclusión del trabajo”, explicó Iñaki Piñuel, profesor de Psicología de la Universidad de Alcalá de Henares. Piñuel comentó que la falta de un conocimiento claro sobre el mobbing provocaba que la mayor parte de las víctimas fueran inconscientes de padecerlo. Asimismo, denunció la escasez de formas de defensa jurídica que existían para estos casos.
En la comunidad, se han presentado 40 denuncias por acoso laboral en el tercer trimestre. En este sentido, el profesor de Psicología explicó que el perfil del acosado respondía al de un hombre de menos de 30 años o una mujer de mediana edad –con precariedad laboral– que trabajaran en sectores como la administración, la educación o la hostelería.
“El mobbing es un viejo problema. Lo que ocurre es que las cifras van en aumento ya que se han dado una serie de cambios laborales que lo han fomentado”, manifestó Piñuel. En este sentido, Clara Llorens, miembro del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS), apuntó como origen de estos comportamientos a deficiencias organizativas en el trabajo. “La estrategia empresarial de imponer unas condiciones de trabajo diferentes, estableciendo competitividad individual, incrementa la posibilidad de abusos”, señaló Llorens, que recordó que existían instrumentos que permitían evaluar estas deficiencias y modificar aquellas condiciones laborales que generen daños.
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