Sergio Alonso – Madrid .-
Al Ministerio de Sanidad se le está yendo de las manos el control de las bajas por Incapacidad Temporal (IT). De acuerdo con los datos recogidos en un informe interno del Insalud, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, durante el pasado año -el primero de Celia Villalobos al frente del departamento ministerial-, el número de bajas laborales en las diez autonomías que dependen el Instituto aumentó casi un 6 por ciento con relación al registrado en 1999, contabilizándose un total de 51.692.708 ausencias por enfermedad en las empresas.
Según reconoce el propio Insalud en el documento, estas cifras rompen la evolución positiva en el control de la IT y de los posibles casos de fraude ocasionados por esta contingencia que se había iniciado en 1997, a raíz del acuerdo que suscribieron aquel año el Instituto Nacional de la Seguridad Social, dependiente de Trabajo, y el organismo adscrito a Sanidad. Dicho acuerdo forma parte del pacto de financiación del Sistema Nacional de Salud (SNS) que expira este año.
En el informe, cuya rúbrica es «Incapacidad Temporal en el Insalud», los responsables de la Subdirección General de Inspección Sanitaria reconocen que en estos mo- mentos «las bajas duran menos, pero hay muchas más bajas», y que al Estado se le está disparando el gasto derivado de esta contingencia. En 1997, la Seguridad Social destinaba una media de 2.609 pesetas por afiliado al mes para retribuirle durante los días que permaneciera de baja. En 1999, dicha cifra se redujo a 2.324 pesetas como consecuencia de la buena gestión de la IT que realizaron las Administraciones implicadas. En su informe, el Insalud dice no disponer aún de datos definitivos, aunque admite que «los iniciales muestran que se ha debido producir un incremento de ese coste, aún sin cuantificar».
Los técnicos del departamento que dirige Celia Villalobos achacan los «negros» resultados obtenidos en esta materia durante el último año a «los desajustes en la coordinación entre organismos», a la dificultad de «mantener la tensión» sobre los médicos de atención primaria -molestos por las injerencias de los facultativos de la Seguridad Social y de las mutuas- y a un factor imputable directamente a Sanidad: las demoras diagnósticas y terapéuticas producidas en hospitales, que también se han disparado en el primer año de Villalobos en su cargo.
El Insalud asegura además en su informe que las previsiones para el ejercicio 2001 son negativas: «Es perfectamente previsible que la incidencia (de las bajas) se incremente un 2 por ciento sobre la del ejercicio 2000, con el agravante añadido de que la duración media de los procesos ha tocado tocado fondo y probablemente se incrementará».
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
