Aumentan los casos de infarto de miocardio en las mujeres que se incorporan al mercado de trabajo

La incorporación de la mujer a la vida laboral y el estrés que ese progreso conlleva provoca que en los últimos años hayan aumentado los casos de mujeres que sufren infarto de miocardio. Ésa es una de las conclusiones extraídas por Juan Miguel Torres Ruiz, jefe del servicio de Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital Universitario San Cecilio, quien desde el pasado lunes imparte en el Palacio de Exposiciones y Congresos un curso sobre el síndrome coronario agudo.

Según explicó, hace años existía una suerte de «axioma» por el que una mujer no sufría infarto de miocardio a no ser que sufriese de obesidad, diabetes o hipertensión. Ahora, y puesto que los hábitos y actitudes relacionadas con esta enfermedad se han equiparado entre sexos, los factores de riesgo para «disparar» la probabilidad de padecer cardiopatías isquémicas en ambos casos son similares: abuso del tabaco, dislipemia, falta de los regímenes dietéticos necesarios o desorbitadas cifras de colesterol. «Los países que han logrado disminuir los índices de cardiopatía isquémica lo han conseguido a través de la prevención de estos factores de riesgo», apuntó.

Edad y diagnóstico

Además de que el riesgo de que las mujeres padezcan problemas de corazón aparece mucho más tarde que en los hombres -cuando se desarrolla la menopausia las cifras se equiparan-, Torres Ruiz señaló que uno de los principales obstáculos en el diagnóstico de la mujer radica en que esa labor no es tan sencilla puesto que los signos clínicos de cardiopatía isquémica no son tan claros. «Los dolores no tienen una localización tan atípica ni las cosas forman parte de los parámetros establecidos», dijo Torres Ruiz, quien finalizó su exposición con un dato: la edad de riesgo de la mujer para sufrir un infarto comienza a los 45 años.

Diario Sur

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.