Más del 85% de los trabajadores empleados en la construcción en Asturias carecen de algún tipo de formación sobre la actividad que desempeñan. A pesar de que se trata de un sector considerado de riesgo, en el que se concentran gran parte de los accidentes laborales graves que se producen en el país son muy pocas las personas que han participado en cursos que acrediten su capacidad para participar en esta actividad.
De los 37.000 trabajadores de la construcción en el Principado, sólo entre un 10 y un 15% ha recibido la formación adecuada para desarrollar su labor. El resto ha ido aprendiendo por su cuenta, participando en diversas actividades en las obras.
Este es un motivo de preocupación, puesto que en lo que va de año ya han fallecido en España más de 130 personas en el sector, la cuarta parte del total de medio millar de trabajadores que han muerto en accidente laboral en lo que va de año.
A pesar de la carencia de profesionales preparados en Asturias, el Principado está lejos de ser de las comunidades que cuentan con una formación de peor calidad o que ofrecen menos posibilidades. De hecho, la región fue pionera en la creación de un organismo para la enseñanza de las habilidades necesarias para trabajar en el sector, la Fundación Laboral de la Construcción (FLC). En este sentido, su director general, Armando Adeba, asegura que el Principado se encuentra entre las tres regiones de España que lideran los programas de formación profesional, aunque reconoce que siempre se puede mejorar.
La falta de formación en el sector de la construcción en Asturias se debe a que hasta el año 1.991 nadie impartía cursos oficiales en esta materia, mientras que para otros sectores, como el metal, sí que existían, por ejemplo, las antiguas maestrías industriales.
La FLC es el organismo que se dedica en Asturias, desde ese año a formar a los futuros profesionales de la construcción. En total, ya ha organizado cursos con capacidad para 22.000 alumnos y en los que participaron unas 5.000 personas, puesto que muchas han realizado más de un programa formativo.
Además, el número de cursos y participantes incluye los programas de formación continua, para profesionales que sí cuentan con conocimientos previos y están en activo.
Según los datos que baraja la FLC, el 86% de las personas que participan en los cursos de oficio logra encontrar un puesto de trabajo gracias a la Agencia de Colocación con la que cuenta este organismo desde 1997, que busca entre los alumnos que han seguido sus cursos el perfil idóneo para la demanda de la empresa que solicita a un trabajador. De este modo, además de facilitar el acceso a un empleo, la FLC está al tanto de las necesidades de las compañías para adaptar los cursos a las demandas del mercado.
En el Principado, sólo existen dos agencias de este tipo: la de la FLC y la de la Universidad de Oviedo. Por este motivo, Adeba está especialmente orgulloso de la labor de esta entidad al poner en contacto a los profesionales y a las empresas que necesitan sus servicios.
Según el director de la fundación, se trata, además, de ser muy exigente para garantizar la confianza de las empresas en la selección de la agencia. Así, si este organismo no cuenta con una persona con la preparación adecuada para el puesto vacante se prefiere no proponer a nadie y que la compañía continúe su búsqueda por otro ámbito. Con esta actitud, la FLC se asegura que las sociedades que recurren a ella confíen en los profesionales que propone.
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