Los técnicos de la Inspección de Trabajo de Asturias intensificarán a lo largo de las próximas semanas la vigilancia y controles en las obras en las que sea necesario que los empleados trabajen en altura o manejen maquinaria. Esta decisión, adoptada en una reunión extraordinaria de la junta rectora del Instituto de Prevención de Riesgos Laborables, llega tras la ola de accidentes en el trabajo que se han producido a lo largo de este mes en el Principado, y que se saldan ya con 28 trabajadores muertos en lo que va de año, un 75 por ciento más que hace un año por estas fechas.
El consejero de Industria, Graciano Torre, aseguró, al término del encuentro, que la mayoría de los accidentes laborales que se produjeron este año en el Principado estuvieron relacionados con el manejo de vehículos y otros muchos fueron en trabajos en altura. Tan sólo durante la última semana se produjeron cuatro muertes en el trabajo en la región, lo que ha hecho saltar todas las alarmas. En la reunión de la junta rectora del organismo autonómico, participaron varios representantes de los sindicatos UGT y CC OO, y de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), así como técnicos del instituto y su director Manuel Barba.
Graciano Torre insistió durante su intervención que es necesario extremar todas las precauciones e hizo un llamamiento a los empresarios para que cumplan con el reglamento en materia de prevención de accidentes. Y apuntó: «A los trabajadores les insistiremos en que si comprueban que en su empresa no se cumple con las medidas de seguridad necesarias lo denuncien de inmediato».
El consejero de Industria recalcó también que hacen falta más inspectores de Trabajo en la región para que los controles sean efectivos. «Ya hemos trasladado esta petición al Gobierno central para aumentar esta plantilla», afirmó. En la actualidad el Principado cuenta con 17 inspectores. Tanto sindicatos como el Gobierno regional coinciden en señalar que esta cifra es insuficiente para la región. Fuentes del Instituto de Prevención señalaron que ya hay nuevas oposiciones para cubrir nuevos puestos en marcha, aunque aseguran que tienen escasa aceptación, debido a la complejidad de las pruebas.
Los secretarios de UGT y CC OO, Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino respectivamente, insistieron en la necesidad de conocer «exactamente que es lo que falla, intensificando la investigación». Un aspecto en el que coincidió también el presidente de la FADE, Severino García Vigón, que indicó que hay que hacer «un análisis riguroso de todos y cada uno de los accidentes laborales registrados».
«Hay que buscar las causas para luego poder tomar las medidas adecuadas», añadió Vigón, que indicó que lo que no puede ser es que «cada uno cuente su película e intente echar la culpa a los demás de lo que ocurre, porque eso es lo fácil».
Los sindicatos reclamaron además el endurecimiento de las penas a los empresarios que no cumplen con la legislación en riesgos laborales. Así, Braga manifestó que no se puede olvidar que «los empresarios son los que tienen la responsabilidad en los centros laborales».
«Para UGT el número de accidentes no es asumible y mucho menos los cuatro muertos de la última semana», dijo Braga, que indicó que las medidas recogidas en la concertación social no están dando los resultados esperados. Por ello desde UGT insistieron en la necesidad de implementar las medidas, formar de manera específica a policías y jueces y crear una ley integral de Riesgos laborales. Los sindicatos reclamaron además que la inspección pueda actuar de oficio, algo que a su juicio no está ocurriendo. En este sentido Antonio Pino indicó que también es necesaria una mayor celeridad en la actuación y en la aplicación de las medidas.
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