Un panadero de 36 años de edad, Francisco Manuel Llamas, resultó herido de carácter reservado al registrarse la explosión de un horno de gas-oil de la panadería industrial para la cual trabaja, según los datos recabados por el diario. Una segunda trabajadora sufrió algunos cortes por cristales rotos. El accidente ocurrió cerca de las 13.45 horas en la instalación que tiene la empresa Hermanos Conesa en la partida de Carrús, en el camino de la Rápita, cerca del Cementerio Nuevo. El accidente movilizó hasta la zona a todos los servicios de emergencia que fueron coordinados a través del «112», según informó el Centro de Información de la Generalitat.
El trabajador herido salió despedido varios metros a consecuencia de la onda expansiva y sufre un traumatismo, al parecer al golpearse la cabeza contra un objeto contundente o contra el suelo, y varias fracturas en las costillas y otra más en la rótula de una rodilla, según explicó ayer Alfonso Conesa, uno de los propietarios de este negocio familiar que lleva muchos años trabajando en la ciudad y que en estos momentos dirige su hijo.
Conesa se mostraba ayer desolado por lo ocurrido y preocupado por el operario, que por la tarde era intervenido quirúrgicamente en el hospital. «Estudió con mi hijo y lleva muchos años trabajando aquí. Por fortuna, no peligra su vida que es lo más importante para nosotros», explicó. El propietario del negocio fue uno de los primeros en atenderlo después de producirse la explosión. «No podía hablar, estaba consciente pero sólo se quejaba», recordaba. Él mismo se encargó de dar cuenta de lo ocurrido y ayer no daba crédito al accidente en mitad de un amasijo de trozos de lo que era uno de los locales de fabricación de sus productos artesanos.
Los bomberos barajan como principal hipótesis del accidente un exceso de presión dentro del horno. Según Conesa, lo tenían a prueba desde hacía un mes y ayer al mediodía estaban realizando una remesa de dulces navideños cuando ocurrió el accidente. «Se han acumulado gases (en el interior) y se ha producido una explosión», coincidía ayer este hombre al ser preguntado sobre los motivos del accidente.
Efectivos del grupo de Policía Científica de la Comisaría de Elche se trasladaron al lugar de la explosión para tratar de determinar las causas del mismo con mayor precisión. Igualmente se informó de lo ocurrido a la Inspección de Trabajo.
El negocio de pastelería y pan cuenta con tres locales y uno de ellos saltó materialmente por los aires a consecuencia de la explosión debido a que las paredes y el techo están realizados con materiales prefabricados. Un portavoz del servicio de extinción explicó que el hecho de que el techo fuese de uralita fue una suerte porque la energía que se liberó a consecuencia de la explosión «escapó» a través de él minimizando otros daños que se produjeron dentro del negocio. La Policía se encargó de precintar la instalación hasta que concluya el atestado.
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