El Ministerio Fiscal reclamó el pago de 180.000 euros a los familiares de un trabajador ecuatoriano que falleció en las instalaciones de la fábrica de Novelda en la que estaba empleado. En el juicio, celebrado la Fiscalía solicitó a los socios propietarios de la mercantil, una indemnización de 90.000 euros para el hijo menor y la mujer del fallecido, respectivamente, por un delito contra los derechos de los trabajadores.
Los hechos sucedieron en abril del 2002 cuando el trabajador se disponía a realizar una descarga de materiales montado en la máquina excavadora que conducía. Al parecer, el fallecido, que llevaba cerca de un mes contratado en la mercantil, descendía marcha atrás por una pendiente cuando se salió del recorrido y se precipitó al vacío desde una altura aproximada de cuatro metros.
El informe aportado por los peritos concluyó que la maquinaria carecía de una cabina o cúpula de protección. Una medida que, pese a no ser de carácter obligatorio en el momento en el que se produjeron los hechos, si aparecía recogida en las recomendaciones de seguridad propuestas a la empresa de producción de materiales, y podría haber mermado la magnitud del accidente. Los expertos indicaron, además, que para la conducción de este tipo de máquinas se requiere una formación específica, que en el caso del fallecido no quedaba suficientemente acreditada.
La Fiscalía aludió, asimismo, a la falta de acreditación formativa del fallecido, del que sólo se presentó un carnet de conducción internacional, así como al hecho de que la rampa en la que se registró el accidente carecía de balizas o señales indicativas que ayudaran a evitar el accidente.
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