I.L.A., en coma desde el viernes, falleció el pasado domingo como consecuencia de las lesiones sufridas al caer a uno de los pozos de refrigeración de una empresa de tratamientos térmicos, ubicada en el polígono de Júndiz.
El trabajador, de 40 años y residente en Barakaldo, trabajaba desde enero en esta empresa alavesa. Fue uno de sus compañeros del turno de noche quien descubrió el cuerpo, que llevaba ya un tiempo dentro del foso de más de tres metros donde las piezas que salen de la fundición se enfrían. Rápidamente sacaron al trabajador inconsciente y trataron de reanimarlo siguiendo las indicaciones de los servicios médicos, que habían sido alertados y enviaron una ambulancia a la fábrica. Aún sin recobrar la conciencia, ingresó en el hospital Txagorritxu, donde murió el domingo.
Técnicos de Osalan acudieron el mismo día del accidente a las instalaciones donde se produjo el incidente para determinar las casas del mismo. La investigación aún sigue abierta y se desconocen de momento los motivos por los cuales el trabajador cayó al pozo.
El sindicato ELA ha denunciado la falta de medidas preventivas de seguridad. Junto con LAB va a solicitar que se abra otra investigación para aclarar el suceso.
Además, ambas centrales han organizado una concentración conjunta con los trabajadores de la empresa para mañana en la plaza de Correos a las 11.30. Con este acto pretenden mostrar su repulsa ante este nuevo accidente.
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