El airbag puede constituir un arma mortífera para los niños. Es cierto que esta medida de seguridad puede resultar eficaz en las colisiones frontales para proteger al conductor, pero es frecuente que inflija daños al ocupante que está al lado del volante. Si se contrasta la eficacia del airbag con la del cinturón de seguridad, el segundo tumba en la lona al primero. El cinturón procura una protección eficaz del 80%, frente al airbag, valioso sólo en un 30% de los casos.
En el seminario sobre Sanidad Pública de la UPV-EHU patrocinado por la Fundación BBVA el experto Frederyk P. Rivara, del Harboview Injury Prevention and Research Center, de Seattle, señaló que para personas con edades inferiores a los 15 años el airbag «es muy cuestionable». Si el airbag frontal tiene muchos inconvenientes, todavía más presenta el lateral, que algunos fabricantes de automóviles incorporan a la puerta. «La distancia con respecto al cuerpo es muy pequeña y se hincha muy rápidamente», advirtió. El niño que recueste la cabeza en la ventanilla puede quedar atrapado por la bolsa de aire.
En apenas dos décimas de segundo, un lapso muy corto de tiempo, el airbag se activa. Por ello es necesario que exista una perfecta sincronía con los cinturones de seguridad. Si se conduce un automóvil que está provisto de airbag pero no se lleva ajustado el cinturón de seguridad, es probable que, al ocurrir una colisión, la cabeza se desplace la cabeza hacia el volante cuando el globo no está hinchado del todo. El impacto del cráneo contra la bolsa a medio inflar seguramente tendrá consecuencias catastróficas.
«Es cierto que el despliegue tan rápido de la bolsa salva la vida del adulto en muchas ocasiones, pero esa misma fuerza pueda ser letal para un niño que va sin cinturón o en asientos orientados hacia atrás», dijo Rivara. Esta prevención es válida también para las personas de una estatura inferior a los a los 1,60 metros, susceptibles de sufrir las mismas lesiones que los niños.
Limitaciones del casco
Rivara subrayó que el casco, «con ser un arma eficaz contra los accidentes de tráfico, sólo previene las lesiones en un 50% de los casos». Según el experto estadounidense, España es un país que se coloca en el tercer puesto de los países de la Unión Europea en cuanto a siniestros que ocurren en la carretera, con una ratio de 17,1 por 100.000 habitantes.
Rivara incidió en que menos de la mitad de los ocupantes delanteros de un vehículo, alrededor de un 47%, hacen uso del cinturón de seguridad en las ciudades españolas. Estas cifras colocan a España a la cola de los países de Europa en cuanto al empleo de esta medida de seguridad.
Frederyk P. Rivara destacó que a pesar de que ha habido un descenso del 15% en el número de personas que han perdido la vida en accidentes de tráfico en las dos últimas décadas, en España el parque de vehículos se ha cuadruplicado desde los años 70. En nuestro país, el número de víctimas por mortales por millón de habitantes se eleva 150.
Rivara puso el acento en el riesgo que entrañan las motocicletas y aseveró que «la franja de edad de los muertos se sitúa entre los 20 y los 24 años», según estudios llevados a cabo en Barcelona. Los heridos en accidentes protagonizados por un ciclomotor o moto representan el 40%, frente al 37% de personas que pierden la vida en coches.
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