• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

LONDRES.- ¿Es posible que alguien pueda contraer el mal de las vacas locas por beber agua del grifo? En Gran Bretaña, la respuesta es rotundamente sí. La voz de alarma la dio ayer el Comité Asesor de Encefalitis Espongiforme (EEB), un organismo integrado por científicos que orienta al Gobierno británico en todo lo relativo a esta enfermedad.

Según el presidente de este comité, el profesor Peter Smith, considerado toda una eminencia mundial en vacas locas, el peligro podría estar ahí, manando a chorros de los grifos de muchos hogares del Reino Unido.

La teoría es la siguiente: a causa de la epidemia de fiebre aftosa, en Gran Bretaña se han sacrificado en las últimas semanas miles y miles de reses. Algunas de ellas tenían más de cinco años, el tiempo que por estas tierras lleva en vigor la prohibición de alimentar a las terneras con restos de origen animal, por lo que es muy posible que estuvieran infectadas con el mal de las vacas locas.

Una parte de esas reses sacrificadas fueron incineradas antes de ser enterradas, pero otras no. Y, según sostiene el profesor Smith, el riesgo de que esas vacas de más de cinco años que han sido sepultadas sin que sus cadáveres fueran antes reducidos a cenizas estén contaminando las reservas acuíferas es «muy elevado».

Dicho de otro modo: el agua que se bebe en muchas poblaciones británicas podría transmitir la EEB. Incluso las reses incineradas entrañan riesgo para la salud: según los cálculos de los expertos del Comité Asesor de EEB, la posibilidad de que una persona contraiga la variante humana del mal de las vacas locas por beber agua contaminada con las cenizas de un animal enfermo es de una entre un millón. Una cifra que se dispara hasta multiplicarse por seis cuando las reses han sido enterradas sin ser carbonizadas.

La recomendación de Smith es clara: «Si yo viviera en una localidad en cuyos alrededores hay enterrados animales no bebería agua del grifo». A lo largo y ancho de toda Gran Bretaña, hay 90 fosas comunes donde están enterradas las reses más viejas. El Ministerio de Sanidad ya ha anunciado que, siguiendo el consejo del comité de expertos, valorará el riesgo de estas fosas y, si es necesario, exhumará los cadáveres para después incinerarlos.

Además, ayer también se dio a conocer otra muy mala noticia en relación a la EEB: el número de casos en el Reino Unido de la variante humana de la enfermedad de las vacas locas se eleva ya a un centenar. Y lo que es peor: los expertos califican de muy preocupante la tendencia al alza que se está detectando.

En lo que va de año se han detectado en el Reino Unido 16 casos confirmados o probables de la enfermedad, mientras que en todo el año pasado surgieron 28. Los científicos británicos han advertido de que el número de casos podría alcanzar dimensiones mayores de las calculadas.

Según el profesor Roy Anderson, del Imperial College en Londres y miembro del Comité Asesor de EEB: «Pasará tiempo hasta que tengamos idea del alcance de esta epidemia. Todo lo que puedo decir es que dudo de que la situación vaya a mejorar».

0 0 votos
Valoración

El Mundo

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios