Los accidentes mortales entre los trabajadores de las Islas aumentaron un 43 por ciento entre enero y noviembre de 2008, al registrar 23 fallecimientos frente a los 16 del mismo periodo del año anterior. Cabe destacar que esta cifra crecerá todavía más al cierre del año, cuando se contabilicen los cuatro trabadores que perdieron la vida por el derrumbe del hotel Son Moll de Cala Rajada, el pasado día 16 de diciembre.
En total, Baleares registró 25.733 accidentes en el entorno laboral durante los primeros once meses del año, de los cuales 23 tuvieron resultado de muerte, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Estas cifras representan un descenso de la siniestralidad laboral en las Islas del 13,7 por ciento, al pasar de los 29.805 del año 2007 a los 25.733 en 2008. Esta disminución se debe tanto al descenso de los accidentes graves y leves.
Por contra los accidentes mortales aumentaron notablemente. De los 23 fallecidos, 14 fueron in itinere -accidente ocurrido al trabajador durante el desplazamiento desde su domicilio hasta su lugar de de trabajo- y 9 en la jornada de trabajo.
Con todo, el descenso de la siniestralidad en las Islas supera en tres puntos al de la media nacional (-10,6 por ciento). Los accidentes en este periodo con baja laboral se han producido fundamentalmente por sobreesfuerzo físico o trauma físico y golpes o choques
Por su parte, las enfermedades profesionales en la comunidad balear aumentaron un 29,1 por ciento en este periodo, tras recibirse 319 partes por enfermedad profesional, frente a los 247 del año anterior. Del total de enfermedades profesionales registradas en el archipiélago, 182 dieron lugar a una baja laboral, de los cuales 93 correspondía a varones y 89 a mujeres.
Se consideran enfermedades profesionales las contraídas a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifican en la Ley General de Seguridad Social.
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