Entre el 5% y el 8% de la población española padece ansiedad generalizada, según afirmó el profesor Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, en el Congreso Internacional de Psiquiatría, que se celebra en Madrid.
Se considera que una persona presenta trastorno de ansiedad generalizada cuando sufre una preocupación excesiva y constante, de más de 6 meses de duración, sobre varias circunstancias de su vida, como relaciones, familia, salud, trabajo, finanzas, etc., así como por cuestiones menores, como la puntualidad.
Imposibilidad de interrumpir un estado constante de preocupación, inquietud o impaciencia, fatiga, dificultad para concentrarse, quedarse en blanco, irritabilidad, tensión muscular o alteraciones del sueño son algunos de los síntomas que manifiestan las personas que padecen ansiedad generalizada.
Según el profesor Juan Gibert, catedrático de Farmacología de la Universidad de Cádiz, las alteraciones cerebrales que se producen en la ansiedad generalizada son parecidas a las de la depresión.
Se trata de una enfermedad que comienza en la infancia y la adolescencia y que progresa a lo largo de los años. En su aparición confluyen varios factores, como los educativos, sociales y biológicos, y su mejor tratamiento se consigue con la administración de antidepresivos, que equilibran los
sistemas de transmisión cerebral.
Aunque los trastornos de ansiedad afectan a todas las edades y grupos sociales, la mayor prevalencia se da entre las mujeres, si bien las personas adultas expuestas a acontecimientos vitales.
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