La manipulación de medicamentos citostáticos, es una de las funciones de ciertos profesionales del ámbito sanitario, siendo principalmente función del personal de enfermería.

Los medicamentos citostáticos son sustancias citotóxicas que se utilizan específicamente para causar un daño celular, dicho daño no es sólo para las células tumorales, sino que también afecta a todas las células del organismo. Este tipo de medicamentos comenzaron a usarse en 1943 tras la observación de aplasias medulares en miliares expuestos a gas mostaza durante la segunda guerra mundial, lo que proporcionó la utilización de mostazas nitrogenadas en el tratamiento de la enfermedad de Hodgkin.

El incremento de los casos de cáncer -en todo el mundo occidental- que son tratados con quimioterapia antineoplásica, sumado a la diversificación de usos que han sufrido los agentes citostáticos en los últimos años como resultado del gran avance médico, conlleva a que estos medicamentos sean cada vez más utilizados en los distintos tipos de terapias.

Este incremento implica a la vez, un mayor riesgo para la salud de aquellos trabajadores que manipulan dicho medicamento. Además de irritación de piel y mucosas por aplicación directa, se han hecho diversos estudios, en los que se ha comprobado la posibilidad de riesgos para la salud de los trabajadores que manipulan tras una exposición crónica este tipo de medicamentos, debido al hecho de producir aerosoles (Estudios de Falk- 1979 acerca de la acción mutágena en orina de las enfermeras que administraban citostáticos).

Se puede definir medicamento cistostático a aquella sustancia capaz de inhibir o impedir la evolución de la neoplasia, restringiendo la maduración y proliferación de células malignas, actuando sobre fases específicas del ciclo celular y por ello son activas frente a células que se encuentran en proceso de división. Este mecanismo hace que, a su vez, sean por sí mismas carcinógenas, mutágenas y/o teratógenas.

Estos medicamentos pueden ocasionar en la persona que los manipula una serie de daños; la magnitud del daño tiene una relación directa con:

• La naturaleza del medicamento extravasado (vesicante, irritante, no vesicante ni irritante).

• El tiempo de exposición.

• La cantidad y concentración del medicamento extravasado.

• El volumen infiltrado en los tejidos.

• El sitio de infiltración principalmente.

Las lesiones que puede ocasionar puede variar desde una irritación local hasta un dolor severo, necrosis tisular, ulceración cutánea e invasión local hasta dolor severo, necrosis tisular, ulceración cutánea y posterior necrosis en la zona (citotóxicos vesicantes) e invasión de las distintas estructuras profundas (como puede ser los tendones), y otros pueden provocar alergias (citotóxicos alergénicos). En función de su agresividad tisular se pueden clasificar en:

• Irritantes: capaces de producir dolor o inflamación local tras su extravasación.

• Poco irritantes.

• Vesicantes: capaces de producir ulceración local tras su extravasación.

• Alergénicos.

Pero siempre hay que tener en cuenta que las concentraciones elevadas de cistostáticos pueden ser agresivas o irritantes.

Protección del trabajador

El personal encargado o responsable de hacer las distintas preparaciones de citostáticos deberá estar cualificado para realizar dichas tareas, deberá conocer los distintos riesgos que conlleva el manejo incorrecto de dichos medicamentos, así como de las condiciones que se exigen para cada una de las formas farmacéuticas.

El material de protección personal que el trabajador deberá utilizar es:

• Guantes

o Deberán lavarse las manos con agua y jabón antes de ponerse los guantes e inmediatamente después de quitárselos.

o Se deberán utilizar guantes en:

 La preparación de mezclas intravenosas de medicamentos citostáticos.
 La manipulación de excretas de enfermos que recibirán tratamiento citostático.
 La manipulación de los contenedores de residuos.
 La preparación y reenvasado de dosis orales de medicamentos citostáticos.
 Tratamiento de derrames.

o Se deben utilizar guantes estériles quirúrgicos de látex, con una concentración baja en proteínas, menos de 30 mg/g de guante para evitar posibles alergias. No se deben utilizar guantes de cloruro de polivinilo, puesto que son permeables a ciertos preparados. Se desaconseja la utilización de guantes con talco ya que pueden atraer partículas de citostáticos. Para la eliminación de citostáticos y gestión de sus residuos no se requieren guantes estériles.

o Ningún guante es completamente impermeable a todos los citostáticos. La permeabilidad del guante depende del tipo de medicamento, tiempo de contacto y del grosor, material e integridad del guante.

o Los guantes deberán cambiarse aproximadamente cada media hora cuando se trabajo continuamente con citostáticos, e inmediatamente cuando se contaminen con algún citostáticos, cuando se rompan o al finalizar la sesión de trabajo.

o Si se utiliza doble guante sin interferir con la técnica, a la hora de ponérselos, se deberá poner primero un guante por debajo de la manga de la bata y por encima de ésta el otro guante. Llegado el momento de retirarlo se hará en orden inverso, según la posición en que los encontremos (guante- bata- guante).

o Hay que emplear doble guante o guantes de doble grosor (aproximadamente 0,45 mm. en los dedos y 0,27 mm en la palma de la mano) para la limpieza de superficies, materiales y envases que contengan residuos de citostáticos y en especial cuando hay restos de exposición por derrames.

• Bata

o El personal que manipula medicamentos citostáticos ha de usar bata de protección, estéril, preferentemente de un solo uso, de baja permeabilidad, con la parte delantera reforzada y cerrada, con abertura en la parte de detrás, mangas largas y puños elásticos ajustados.

o Si existe exposición se cambiará inmediatamente.

o El personal no puede salir del área de trabajo de (preparación de citostáticos) flujo laminar vertical con la bata puesta.

• Gorro

o Todo el personal que trabaje en el área de flujo laminar.

o El gorro deberá colocarse antes que la bata.

• Mascarilla

o En general, utilizará mascarilla todo el personal que trabaje en el área de flujo laminar. Si se trabaja en una cabina de seguridad biológica no es imprescindible utilizar mascarilla de protección respiratoria. Las mascarillas quirúrgicas no ofrecen protección respiratoria frente a los aerosoles citostáticos.

o Cuando se trabaja fuera de una cabina de seguridad biológica, o con polvos, sustancias volátiles o cápsulas es obligatoria la protección con mascarillas de protección respiratoria. Las mascarillas a usar serán aquellas que protejan contra aerosoles y sustancias cancerígenas, como pueden ser: FPP2 S, FPP2 S-V, FPP2 S/L-V, etc.

• Gafas

o No es necesario utilizar gafas de seguridad (con protectores laterales) cuando se trabaja en cabina de flujo vertical.

Resumen del artículo técnico publicado en PW Magazine nº 19.
Puedes encontrar el artículo completo en el nº 19 de la Revista PW Magazine (www.pwmagazine.com)

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Carmela de Pablo Hernández – Técnico Intermedio de Prevención de Riesgos Laborales, Enfermera del Hospital General de la Defensa

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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