Historia clínica

Estimado JavierP después de leer esta Historia Clínica puedo reconocer que está muy bien para un relato o escrito novelado pero como historia clínica me parece excesiva aunque si comparto tu añoranza por la Historia Clínica bien hecha. En todo caso no puedo dejar de comentar la tristeza o mal cuerpo que me ha dejado al final . Parece un legado a la eutanasia activa algo parecido a la justificación que hacen los médicos holandeses que cuando no saben o no pueden ya curar prescriben la eutanasia como solución a su impotencia.

Estimada compañera:
Me pone el cuerpo malo verlo como una incitación a la eutanasia activa, con la que estoy completamemnte en desacuerdo, legalidad aparte. Uno debe morir cuando le toca, la función del médico no es colaborar en un suicidio ni tampoco emperrarse en sacar de cada parada a un enfermo terminal sin calidad de vida.
La novela (imposible escribir tanto en una hoja de historia clínica) muestra la cercanía del tratao en primaria frente a la especializada. El médico de cabecera le conoce, en el hospital no. ¿Qué somos los médicos del trabajo? sin duda especialistas, pero yo trato de abogar en este post por una vigilancia de la salud integrada con el resto de las disciplinas. Veo una especialidad caminando en una dirección que no me gusta, con protocolos realizados a veces por médicos reconocedores y un médico del trabajo que se limita a la selección de esos protocolos y el análisis pericial de los casos conflictivos, pero desde la distancia, perdiendo el trato con los pacientes y muchas veces también con los entornos de trabajo.
Un saludo y gracias por intervenir

Javier

La medicina de trabajo es antes que “de trabajo”, medicina… aunque cada vez más, no lo parezca.
Hoy he tenido el honor de estar junto a un equipo de trabajo dedicado en cuerpo y alma al colectivo de los discapacitados y a su “integración” (palabra más horrenda, leñe!) en la sociedad… las penurias que me contaban con la “aptitud médica”, el tener que conseguir calzado de seguridad de la “talla 34” porque IT lo dice, y lo mal poco y mal que tenemos en cuenta a estos ciudadanos, (discapacitados, sí, pero ciudadanos como cualquiera de nosotros) me ha hecho ruborizarme. Y sin embargo me pongo del lado del médico de trabajo que firma estas “frías aptitudes” (o, más bien, no aptitudes… ya no sé si frías, calientes o templadas) y le entiendo… Y miro hacia donde va esta cosa que es la medicina de trabajo, y no me gusta, no me gusta nada… ¡qué díficil es vuestro papel! ¡y cuántas injusticias genera un falta de integración de la PRL en el trabajo!… a veces me parece que genera más que si no existiera… y pienso que si existe por si misma es porque no está integrada (otra vez esta horrenda palabreja) … como la discapacidad. Pero, ¿qué es la discapacidad? ¿qué es la capacidad? ¿que somos? ¿somos máquinas que solo somos aptas para unas cosas y que cuando no servimos tenemos que ir irremediablemente al rincón oscuro? ¿somos ciudadanos? ¿¿¿somos personas???

En fin, taciturnos pensamientos…
Buen fin de semana a tod@s!