Mi caso es un ejemplo de lo que indicas en tu último párrafo. Calidad pésima, confusión de conceptos, conclusiones, trato… En fin… Ya hablé personalmente con los facultativos e incluso con el gerente. Nula receptividad. No sé si porque no entienden lo que les indico sobre las incongruencias y contradicciones que están generando, o porque se han dado cuenta y andan con aquello de sostenella y no enmedalla, de ahí que me preguntara a qué otra vía podría recurrir, aunque fuera una hoja de reclamaciones ‘comercial’.