Cada persona realiza su apoyo y transferencia de carga de manera propia y a veces no tan adecuada, tanto cuando camina como cuando permanece de pie.
Existen algunas áreas de trabajo cuyos pisos son superficies duras sobre las que se camina o se permanece de pie por periodos prolongados y ejercen un impacto que se traduce en fatiga la cual se puede aminorar mejorando el calzado y actuando sobre las superficie acondicionándola con materiales que puedan amortiguar ese impacto de las superficies duras.
Tener en cuenta que en un día normal podemos tener una actividad que nos permite dar un promedio aproximadamente de 4, 000 pasos y estas correcciones o aditamentos nos proveen de una mayor seguridad al caminar minimizando el riesgo de deslizarnos o caer; de manera que los tapices ejercen una amortiguación y son útiles para limitar el riesgo ergonómico y proveer mayor comodidad.
Dr. Julio Piscoya Arbañil