James, creo que con tus respuestas de “experto” sólo pretendes crear una imagen interesada de lo que es un trabajador y un empresario.
Es cierto que el empresario tiene el poder de organizar el trabajo como quiera, pero esto no quiere decir que el trabajador sea un muñeco en sus manos.
Según tú un empresario no debería contratar mujeres por su alta posibilidad de embarazo o negros porque puede molestar al resto de los empleados o rubios porque pueden molestar a los negros o bajos porque pueden molestar a los altos…etc.Entoces contratará sordos para trabajos ruidosos, hambrientos para trabajos denigrantes y suicidas para trabajos peligrosos; pero aún así, tendria la responsabilidad sobre su salud laboral.
Quizás me pasé, lo siento, pero leo la Constitución y veo que no se puede discriminar al hombre por ningún motivo.
La solución pasa por modificar las actitudes en aras al interés general de la empresa sin caer en la intrasigencia. Nos acordamos del trabajador fumador sólo cuando se publica la Ley de PRL. Hasta entoces era admitido socialmente.
De cualquier manera no es sólo el trabajador el que contamina con sus humos, es sólo una cortina de “humo” ante los verdaderos problemas de seguridad que afrontan las empresas y por favor no me digais que se nota que soy un transportista y que no tengo estudios
y que soy un ignorante, porque lo que sé lo he aprendido a pié de obra.
Un saludo.