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Hola buenas tardes, quería que me aconsejaseis a como realizar el siguiente procedimiento. Tenemos unos trabajadores con dolencias en los pies (es la segunda vez que se les cambia el calzado y aún así persisten esos dolores) ¿Que se puede realizar más? Mi procedimiento será: Cambiar a un tercer modelo con la aceptación del gerente. Si aún cambiando esta vez el modelo persisten los dolores. mandarlos al medico de cabecera y con ese informe, hacerle llegar el consentimiento para ir al reconocimiento médico y una vez allí nos dirán si ese trabajador es apto para realizar esas tareas o no o que patalogías tiene en los pies y transmitirselo al gerente para ver si afronta ese gasto de zapatos especiales. ¿Que opinais?
saludos
Bueno, lo primero que nosotros hacemos es comprobar que hay un problema médico que impide llevar el calzado de seguridad elegido en la empresa. Con este documento médico que restringe el tipo de calzado lo enviamos al proveedor, que se pruebe los calzados de igual protección y características exteriores para que elija el que mejor le vaya. Obviamente hemos pactado antes esto con el proveedor que tiene algunos modelos en su tienda/almacén. Lo que está claro es que no les podemos dejar sin protección.
Espero que te sirva
Hola, nosotros cuando un operario tiene problemas en los pies lo enviamos a vigilancia de la salud indicándole que aporte informe medico para que lo valoren, de esta manera expiden un certificado indicando que tipo de características ha de cumplir para su patología cumpliendo con los requisitos de seguridad de su puesto de trabajo o por el contrario dan una aptitud con limitación. En el primer caso se pasa las indicaciones al proveedor, y el operario se prueba el modelo (asumiendo el coste si es superior al establecido habitual). En segundo caso, se procede como para cualquier apto con limitación…..
Espero haber ayudado
muy buenas, es algo parecido a lo que había pensado hacer pero claro,nuestro proveedor es de otra comunidad y no pueden ir in situ a probarselo, entonces otra vez estamos con el mismo problema. Saludos
“Versatils”, su problema, no es tanto suyo como del operario afectado, aunque al empresario le corresponda solucionarlo poniendo los medios para ello. el “itinerario” que usted propone me parece de lo más correcto, pero creo que se puede hacer más formal y a la vez más sencillo.
Ustedes deben tener atendida la parte de Medicina del Trabajo, bien con un médico de su Servicio de Prevención Propio o si por contra la tienen con un Servicio de Prevención Ajeno con dicho médico. El es el que dirá los pasos a seguir y a usted le corresponde seguirlos fielmente, sin llegar a la situación de que ante una “difícil” solución el “médico” le haga un certificado o documento similar, exonerándole de la obligación del uso del calzado de seguridad, como a mí me ha tocado ver en una empresa GRANDE, de tamaño claro, lo que es un soberano disparate. Y si su proveedor es de otra Comunidad, que le envíe unas muestras según lo que le haya marcado el Servicio Médico de Empresa, sea de su Servicio de Prevención Propio o de uno Ajeno.
Espero que le sea útil… 😉
El que el proveedor sea de otra comunidad no debe ser obstáculo. Para casos puntuales se puede trabajar con uno más cercano (no pongamos problemas donde no los hay).
Otra cosa importante: el coste del EPI (da igual que sea específico) nunca debe recaer en el trabajador. Por tanto, legalmente no hay límite que pueda ponerse frente a determinados costes del EPI. El trabajador no debe pagar ni todo ni parte de su coste. Si hay un soporte médico que lo atestigua, no es un capricho.
Cuando una empresa tiene un SPA, puede ir olvidándose de que su servicio médico le de el apoyo suficiente en este sentido. Bastante será que le emita un certificado de cuál es el problema que tiene el trabajador. Con esto, lo lógico es ponerse en manos de una tienda de ropa y protección laboral, donde el trabajador pueda probarse algunos modelos más adaptados. No es raro que haya que probar más de uno; pero “es lo que tiene tener que cumplir la ley”.
Por último, no pasa nada por comentar con el trabajador que -lógicamente- este proceso tiene un límite; es decir, no vamos a estar eternamente probando calzado; pudiendo llegar (difícil pero posible) a un no apto. Esto último no suele ser necesario, ya que en la empresa se sabe muy bien qué trabajador lo dice de buena fe, y cuál es algo “puñetero”.
Por cierto, el concepto de “mandarles al médico de cabecera” no me parece correcto.
Lo suyo es que sea el médico del trabajo quien evalúe qué traducción real y médica tienen esos “dolores”; para -a partir de ahí- empezar a gestionar correctamente.
Un calzado de seguridad no es algo “sideral”, y suelen ser bastante normales exceptuando la protección delantera; pero eso no debe suponer ningún problema para nadie, salvo que tenga reales problemas en el pie (de lo contrario, estaríamos hablando de “comodidad” que es otra cosa que debe perseguirse pero ya no es lo mismo).
Buenas. Por aportar algo a mayores de lo que ya se ha dicho… mi experiencia personal es que lo mejor es empezar por el principio: ¿por qué les duelen los pies? Analiza este pregunta en profundidad y como decían en el spot de L’Oréal, “notarás la diferencia”.
Cada vez que das las "gracias" pones la sonrisa en la cara de un niño. En la mía, vaya. No seas rata con los agradecimientos.
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