Saludos, compañeros
Se me ha presentado un caso curioso y penoso. Tenemos un trabajador que es minusválido. Unas cuantas veces se ha tenido la impresión, por no decir la certeza, que iba bebido en su trabajo (el aliento le delata, voz incoherente, incumple horario… Síntomas evidentes). Se le advirtió verbalmente las primeras veces, dijo que iba a cambiar, que ya no bebería más, etc.; esta última vez se le va mandar una carta. Es cristalero, y por supuesto ni se nos ocurre hacerlo subir a una escalera de mano aunque sea de 3 peldaños. Hay que estar constantemente pendiente de él.
Si alguno ha vivido una situación parecida, agradecería que lo comentara, y qué soluciones se pueden tomar.