El pasado 1 de junio una marea humana recorrió las calles de media Europa, cientos de manifestaciones tuvieron lugar en Francia, Italia, Portugal, Grecia, Chipre, Eslovenia, Inglaterra y España, para protestar contras las medidas de recortes que se están imponiendo a la ciudadanía. Medidas que están provocando un paro masivo, una pobreza absoluta, e incluso, una desesperación total, empujando a muchas personas en casos extremos al suicidio. Y es que ya no se trata de un problema meramente económico, sino que nos enfrentamos a una cuestión de salud pública.