Es de obligado cumplimiento que la empresa integre la actividad preventiva en el centro de trabajo y adopte las medidas necesarias para la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales ha celebrado su 20 cumpleaños en un escenario bien distinto al que la vio nacer, con una estructura productiva en la que ha ganado peso el sector servicios, en detrimento del sector primario, industrial y de la construcción.
Según publica el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), esta orden modifica otra de agosto de 2014, cambiando, por ejemplo, el importe máximo de las subvenciones, estableciéndose en un porcentaje sobre el importe total del crédito destinado anualmente a las convocatorias.
Si tuviera que resumir en una sola frase la valoración de los dieciocho años transcurridos desde la promulgación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), diría que en España disponemos de una regulación legal que nos sitúa entre los países punteros en la materia, pero que la realidad de su práctica habitual en el ámbito laboral sigue poniendo de manifiesto graves carencias en el rigor de su aplicación.
