El estallido de la caldera de una empresa de revestimientos plásticos en Paiporta desató ayer un devastador incendio que arrasó dos fábricas, obligó a desalojar a unos 250 trabajadores de 12 naves colindantes y desató una densa columna de humo tóxico. El Ayuntamiento de Paiporta alertó a los vecinos para que cerraran puertas y ventanas.
La rutinaria actividad del polígono industrial La Mina de Paiporta se vio truncada hacia las nueve de la mañana de ayer. Una ensordecedora explosión sembraba la alarma en la calle Els Ferrers de la citada zona fabril y desataba un devastador incendio en la empresa Antovi S. A., dedicada a la fabricación de revestimientos de plásticos e imitaciones de piel.
El carácter altamente inflamable de los materiales utilizados en esta fábrica hizo que las llamas se extendieran con enorme rapidez, ante lo que los trabajadores de la industria huyeron despavoridos de su lugar de trabajo. Lo mismo hicieron unos 250 obreros de 12 naves colindantes a la factoría siniestrada, quienes abandonaron sus fábricas ante el riesgo inminente de que el fuego se extendiera.
Intento de extinción
Los trabajadores de una nave cercana a la más afectada trataron de apagar ellos mismos el incendio con las mangueras que poseían en su empresa, pero sus intentos resultaron inútiles, y el calor que emanaba de la enorme concentración de fuego y humo les hizo desistir de sus intentos y alejarse hasta un lugar seguro.
El dispositivo de emergencias se activó al instante, y hasta el polígono La Mina se desplazaron varias patrullas de la Guardia Civil, Policía Local de Paiporta, Benetússer y Picanya, así como numerosos vehículos del Consorcio Provincial de Bomberos. A su llegada, el fuego ya había consumido buena parte del tejado de Antovi S. A. y las llamas afectaban también a una fábrica de madera ubicada junto a ésta.
Hacia el casco urbano
Mientras el personal de extinción lanzaba las primeras descargas de agua sobre las fábricas siniestradas, una densa columna de humo -visible desde varios kilómetros a la redonda- avanzaba amenazante hacia el cercano casco urbano de Paiporta.
Por fortuna, la dirección del viento impidió que la humareda, de gran toxicidad, llegara de lleno a la citada localidad. Como medida preventiva, el Ayuntamiento de Paiporta alertó a los vecinos para que cerraran las puertas y ventanas de sus viviendas.
Policía y Guardia Civil acordonaron la zona, hasta donde se trasladó también una ambulancia del SAMU, aunque sus facultativos no tuvieron que asistir a nadie. Varios de los trabajadores evacuados observaban desolados cómo las llamas arrasaban y echaban abajo el que era su lugar de trabajo.
Tal y como relataron a LAS PROVINCIAS algunos de ellos, el siniestro se desató en una caldera instalada hace poco tiempo, que por causas desconocidas se puso al rojo vivo e inició el incendio con su estallido.
Fuego controlado
Aunque las llamas quedaron controladas sobre las 12.30 horas, su extinción -dada la gran inflamabilidad de los materiales calcinados- fue imposible durante todo el día de ayer para los Bomberos, que procuraron que el fuego no se extendiera a otras industrias y optaron por una quema controlada. Al cierre de esta edición, el Consorcio Provincial de Bomberos mantenía un retén de vigilancia en el lugar.
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