Una explosión mientras fabricaba mecha causó ayer quemaduras en el 75% de su cuerpo a un operario de la pirotecnia Focs d,Artifici de Camp de Túria, en Llíria. En el incendio resultó herido leve otro trabajador, atendido en el Centro de Rehabilitación, y que recibió el alta a primera hora de la tarde.
Un hombre de 36 años permanece ingresado en el hospital La Fe tras recibir quemaduras en el 75% de su cuerpo. Una explosión mientras fabricaba mecha en la pirotecnia Focs d,Artifici de Camp de Túria, en Llíria, hirió a dicho operario y afectó a otro, a este último de forma leve.
Se trata del segundo siniestro dentro de una pirotecnia en algo más de una semana, después del que ocurrió el lunes 26 de julio en Vilamarxant, que se saldó con un herido muy grave.
Los hechos de ayer se produjeron cerca de las 13 horas. Según apuntaron algunos trabajadores de la fábrica y vecinos se oyó un fuerte ruido, como si fuese una explosión. Pese a que otras fuentes apuntaron que sólo hubo deflagración (sólo humo y fuego), el marido de una de las operarias acudió a la pirotecnia alarmado por el estruendo “que se escuchó desde Domeño”.
Lo cierto es que para José, vecino de Pedralba de 36 años, más que los hechos lo realmente importante son las consecuencias. Se le evacuó en helicóptero y permanece ingresado en La Fe, donde se debate entre la vida y la muerte, con pronóstico muy grave y quemaduras en las tres cuartas partes de su cuerpo.
“Salió corriendo envuelto en llamas. Tenía la piel hecha jirones, como tiras blancas. No entiendo de medicina, pero se veía que era grave, que le espera un largo periodo en el hospital”, comentó Blanca Quintana, compañera de la víctima.
José trabajaba solo en su caseta y recibió el fuego de lleno. “Cada operador tiene su lugar de trabajo, no puede haber dos en una misma estancia”, subrayó Quintana. Pero él no fue el único afectado.
Hernán, súbdito colombiano de unos 30 años, también resultó herido, aunque de forma leve. Un SAMU desplazado al lugar de los hechos le atendió antes de evacuarlo al Centro de Rehabilitación de Levante.
Hernán fue alcanzado en el cuello por las llamas producidas tras la explosión. Sufre heridas en esta parte del cuerpo y en uno de sus brazos, producidas estas últimas al caer cuando corría a socorrer a su compañero. A primera hora de la tarde recibió el alta.
Justo fue este el instante cuando los trabajadores de esta pirotecnia, situada en término municipal de Llíria pero a escasos metros de Casinos, empezaron a cobrar consciencia de lo que había ocurrido. “En la fábrica estaba tranquila, pero luego me vino el bajón, no pude ni comer”, dijo Blanca Quintero.
Estos operarios, vecinos de municipios de los Serranos (Villar del Arzobispo y Pedralba) y Camp de Túria (Llíria, Casinos y La Pobla de Vallbona), fueron ayer conscientes por primera vez de los riesgos que entraña trabajar en una pirotecnia: “Aquí nunca habíamos tenido un accidente”.
Y horas después del siniestro, este grupo de trabajadores seguía desolado. “Mañana (por hoy) tenemos que trabajar, pero no estamos en condiciones físicas ni psíquicas. Yo voy a proponer que no lo hagamos, por lo menos hasta el lunes”.
Eran las palabras de Blanca Quintero. Esta trabajadora relató que, tras el siniestro, recogieron todo el material con el que elaboran los productos. “Es una faena diaria, pero hoy (por ayer) la hemos hecho con mucho miedo”.
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