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Según afirmó José Santos, secretario general de Colegio Profesional de Fisoterapeutas (Cpfcm), en una jornada divulgativa sobre la prevención de patologías asociadas a las tecnologías asociadas a la información y comunicación (TIC), organizada por Unión Interprofesional en la sede de la institución colegial, caminar utilizando nuestro teléfono móvil para whatsappear o enviar emails eleva hasta un 40% el riesgo de sufrir un accidente, ya sea por caída o atropello.

Además, su uso prolongado puede provocar la aparición de otros problemas de salud: cervialgias, roturas tendinosas, problemas oftalmológicos o, en el caso de las tabletas, disminución de la movilidad del cuello y/o insomnio, y en el caso de las videoconsolas codo de tenistas o lumbalgias.

Por su parte, el manager de Servicio de Prevención de Iberia, Diego González, explicó que las nuevas tecnologías conllevan una carga física, ya que su uso puede implicar posturas estáticas, forzadas o repetitivas, pero también mental, porque ha incrementado la cantidad de información que recibimos, así como el tiempo de respuesta, y psicosocial. “Tener un móvil implica la obligación de estar 24 horas al día disponible para quien te quiera llamar, y puede suponer un exceso de supervisión”, señaló.

En este sentido, la psicóloga y técnico de prevención de riesgos laborales Yolanda de Frutos aseguró que las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito laboral puede generar “tecnoestrés”. Y es que tal y como explicó esta experta, al estar constantemente conectados a través de estos dispositivos, “el trabajo invade nuestra vida personal y nuestra relación familiar, generando un mayor cansancio y aumentado la probabilidad de error”.

Según De Frutos, el usuario español permanece unas siete horas diarias de media delante de dispositivos, de manera que el nuevo sistema de trabajo puede generar otros fenómenos, como la “tecnoadicción” o dependencia psicológica de estar conectado, por ejemplo sentir la necesidad de consultar constantemente el correo electrónico, u otros como la “nomofobia” o sensación de angustia o ansiedad cuando se olvida el móvil o éste se queda sin batería.

Para evitar problemas derivados de un uso abusivo de las nuevas tecnologías las compañías deben aplicar medidas técnicas, organizativas, de formación y de vigilancia de la salud, que ayuden al profesional a priorizar y gestionar bien los tiempos. Además, señalaron como fundamental para la disminución de riesgos la implicación de los trabajadores a la hora de elegir la tecnología con la que van a trabajar.

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Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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