Alrededor de 700.000 funcionarios sufren un grave riesgo psicosocial en el trabajo que incrementa el número de bajas laborales, de los que medio millón padece lo que se conoce como mobbing o acoso psicológico en el trabajo, y el resto coincide con un cuadro de burnout o síndrome de estar quemado.
Además, uno de cada tres de los funcionarios de la Agencia Tributaria (AEAT) y de la Intervención General del Estado (IGAE) padecen uno de estos cuadros, colectivos analizados en este estudio.
Estos son algunos de los resultados del Informe Cisneros V sobre violencia en el entorno laboral, realizado por el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares Iñaki Piñuel y Zabala bajo el requerimiento del sindicato Gestha (Asociaciones Profesionales del Cuerpo Técnico).
El informe aporta datos como el del 22% que son víctimas de mobbing en los dos cuerpos de la administración protagonistas del estudio, con un 66 por ciento que presenta índices de baja realización profesional. Esto representa unos 33.000 funcionarios con un alto riesgo psicosocial laboral que tiene consecuencias físicas y psicológicas como depresión, trastornos de ansiedad o estrés postraumático.
Así, las personas que sufren el acoso psicológico presentan en una media de bajas laborales diez días más que las que no sufren este trastorno. Las diferencias entre las víctimas de mobbing en cuanto al número de baja en los dos últimos años sería de 24 días las que no lo padecen y de 34 las que si lo han sufrido. Además, el índice de cansancio emocional estaría en el 25,5% de los afectados y del 16,6% los que no padecen acoso.
Los encuestados aseguran que un 70% de ellos ha padecido anteriormente en su desarrollo profesional situaciones de hostigamiento o acoso en el trabajo. Además, un 87% manifiestan haber presenciado en su entorno comportamientos de mobbing.
En cuanto a la duración del acoso psicológico un 70% de los afectados manifiestan ser víctimas de mobbing desde hace más de cinco años y lo que es relevante es que el 47% de las víctimas no hacen nada ante este acoso y el 15% reaccionan de forma pasiva “poniendo la otra mejilla”.
Las causas del mobbing según los encuestados son el no ceder ante el servilismo, reivindicar los derechos propios, junto a la envidia por un buen hacer profesional.
El apoyo organizativo a las víctimas de mobbing es absolutamente inexistente. Así, el 74% creen que no tienen apoyo ante el hostigamiento, un 20% lo consideran bastante escaso y tan sólo el 1% creen que es considerable la ayuda que reciben.
Los comportamientos de acoso entre las víctimas pasan por evaluar inequitativamente el trabajo, asignar tareas por debajo de sus competencias, desvalorar sistemáticamente el esfuerzo profesional, asignar tareas rutinarias o sin interés, menospreciar personal y profesionalmente, ignorar, ningunear, excluir o hacer el vacío, etc.
Los anteriores informes Cisneros arrojaron datos generales en España como el 15% de los trabajadores que son víctimas de mobbing, lo que arroja cifras de más de dos millones de la población activa ocupada que padecen trastornos psicológicos derivados del entorno laboral.
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