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Las personas que asumen una responsabilidad excesiva por su trabajo, y en especial por los reveses de su labor, son más susceptibles a las enfermedades respiratorias y los resfriados.

La combinación de obsesión por el control y la tendencia a asumir la responsabilidad por todo lo que ocurra en el lugar de trabajo pueden aumentar el estrés que, a su vez, acentúa la vulnerabilidad a los males como la bronquitis, la gripe y otro tipo de infecciones, dice John Schaubroeck, uno de los científicos de la Universidad de Philadelphia. Schaubroeck, junto con James Jones de la Universidad de Nebraska, y Jia Lin Xie, de la Universidad de Toronto, analizaron los datos de cientos de empleados para determinar cuáles experimentaban más estrés por las demandas del trabajo, y cuáles eran los que trataban de tener más o menos control sobre la situación.

Entre otras cosas, los investigadores preguntaron a los empleados sobre cuán responsables se sentían por otras personas, cómo lidiaban con asuntos complejos, y si se sentían capaces de controlar la manera en que se llevaban a cabo las tareas.

También estudiaron si los empleados sentían confianza en la manera en que desempeñaban sus tareas de manera eficaz, y sobre su estilo personal para atribuir las responsabilidades cuando algo salía mal en el trabajo.

Entre los 217 empleados que participaron en este estudio había entrevistadores, investigadores de mercado, analistas de datos y personal de mantenimiento del edificio. Para determinar si los niveles de estrés hacían que los empleados fueran más susceptibles a las infecciones bacteriales y virales, los científicos midieron los niveles de anticuerpos de la inmunoglobulina A en la saliva, y los síntomas respiratorios.

Los anticuerpos de la inmunoglobulina A atacan las células enfermas vinculadas con las infecciones del sistema respiratorio superior, esto es la nariz y la garganta.

Schaubroeck dijo que «los empleados que percibían que tenían control sobre sus responsabilidades de trabajo, pero no tenían confianza en su propia capacidad para resolver los problemas, o que se culpaban a sí mismos por los resultados negativos, fueron los que tenían más probabilidades de experimentar más estrés». Ese tipo de situación puso a esos empleados en un riesgo mayor de contraer infecciones, según lo indicado por los síntomas como la irritación de garganta, la tos y la gripe.

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Deia

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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