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El Instituto Nacional de la Seguridad Social en Vizcaya ha reconocido como accidente laboral las bajas por depresión y ansiedad que sufría un ertzaina de la comisaría de Erandio que había denunciado ser víctima de presuntos malos tratos por parte de un superior. El organismo oficial reconoce en una resolución que la incapacidad temporal del policía vasco tiene «origen profesional» y deriva de la proximidad con «la modificación de las condiciones de trabajo».

El origen de esta situación se remonta a finales de 2003, cuando 17 agentes de la comisaría vizcaína de Erandio, que conformaban un grupo completo de trabajo, solicitaron tratamiento psicológico ante la mala relación con su jefe de operaciones. Los ertzainas enviaron distintos informes a sus superiores para transmitir «lo insoportable que resultaba la tensión» a la que se tenían que enfrentar todos los días.

En estos escritos, a los que ha tenido acceso este periódico, los ertzainas denuncian continuos insultos, ser tratados de «tonto y payaso» en público, los gritos y la actitud «intolerante y prepotente». Los funcionarios se quejaron también de los cambios de turno y de tener que desempeñar tareas como realizar vigilancias para proteger a personas amenazadas por ETA pese a que ya no vivían en la calle a la que se les enviaba, «cubrir plenos de ayuntamientos que no se estaban celebrando o vigilar que los conductores respeten los semáforos que no funcionan».

Ante la situación que se estaba creando dentro de la comisaría de Erandio, los principales mandos de la base celebraron una reunión el 29 de enero de 2004 en la que decidieron efectuar cambios en los turnos de los agentes que habían denunciado los problemas con su superior. La dirección de la comisaría justificó esta decisión en «la necesidad de optimizar los recursos humanos» ante las bajas prolongadas y las incapacidades que se estaban produciendo. Pero también reconocieron por escrito que la modificación venía motivada por «el enrarecimiento del clima laboral» y por las «repercusiones» del malestar «en la calidad del servicio al ciudadano».

Uno de los ertzainas afectados por la medida, a quien ahora se le ha reconocido el accidente de trabajo, cayó en una baja de larga duración y le fue diagnosticado un «trastorno adaptativo con alteración mixta de ansiedad y depresión». A raíz de este proceso inició un proceso legal para que le fuese reconocido un accidente de trabajo, lo que implica una mayor retribución económica mientras se encuentra incapacitado para el desempeño de su labor. La Seguridad Social, tras examinar el expediente del caso, concedió la medida solicitada.

La mutua que debía hacer frente a los gastos presentó un recurso en el que rechazaba que la baja se considerase un accidente laboral, pero la Seguridad Social lo desestimó. En su resolución, el organismo del Ministerio de Trabajo recalcó que la baja tenía un «origen profesional».

Según el sindicato de la Ertzaintza Erne, que ha llevado todo el proceso, los hechos que se estaban registrando en la comisaría de Erandio fueron puestos en conocimiento del Departamento de Interior, «sin que se buscara ninguna solución al problema». La respuesta de los mandos fue «el castigo en forma de cambio de grupo, lo que ocasionó la baja de larga duración», aseguraron.

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El Correo

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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