Desde que en 1995 se aprobara la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), han sido frecuentes las denuncias de sindicatos y profesionales sobre las irregularidades detectadas en el Hospital Universitario de Salamanca en torno al cumplimiento de esta normativa.
La inexistencia de un plan de evacuación y emergencia para el complejo, obligatorio según el nuevo marco legal, y de estudios sobre los riesgos biológicos, de estrés laboral y accidentes de trabajo son algunas de las deficiencias que de nuevo pone de manifiesto la Federación de Servicios Públicos de UGT, que asegura que en el centro sanitario se pueden encontrar “diversos focos de riesgos”, de cuya permanencia responsabiliza a la dirección del hospital y al Ejecutivo regional.
Como recuerda la organización sindical, la ley recoge la exigencia de que las empresas planifiquen la prevención, y que ésta “esté presente en el diseño empresarial”; del mismo modo, establece la realización de una evaluación de riesgos inicial, una medida que de la que nueve años después de la puesta en marcha de la LPRL, carecen estas instalaciones sanitarias salmantinas. “Los macrohospitales públicos son una gran ciudad -con todo tipo de operarios y talleres, cocinas y lavanderías industriales, etc.-, y su empresario es la Junta, que debe velar porque se cumpla la ley”, afirma José María Sánchez, delegado de prevención de UGT.
Sin embargo, el sindicato se pregunta quién ejerce el control sobre el Gobierno regional para que cumpla lo establecido en la normativa vigente, ya que, aunque existen numerosas denuncias ante la Inspección de Trabajo, ésta sólo puede “requerir”, no sancionar. “Cualquier empresa que incumpliera tan gravemente la ley sería, en primer lugar, advertida; luego, sancionada e, incluso, cerrada, pero ante la imposibilidad de cerrar los hospitales, los directivos hacen caso omiso de los requerimientos”, añade el representante sindical.
A este respecto, desde la Federación de Servicios Públicos se han denunciado en numerosas ocasiones situaciones de riesgo en el hospital, como las que se refieren a la cocina, la ubicación de las zonas de esterilización o la lavandería. Precisamente en este último espacio se están produciendo en la actualidad problemas relacionados con las deficiencias en la climatización, que hacen que algunos operarios tengan que trabajar con temperaturas de más de 30 grados. “Hasta se han contratado dos peones más para paliar la reducción de actividad por el exceso de calor”, explica UGT. Así las cosas, y como ya ha asegurado en anteriores ocasiones, el sindicato está dispuesto a acudir a los tribunales para exigir responsabilidades legales.
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