Un Juzgado del Tribunal Militar Central ha abierto sumario por un delito de deslealtad al coronel Luis Gómez Armero, ex jefe del Regimiento Garellano y Cuartel de Munguía (Vizcaya), quien fue acusado de acoso psicológico en el trabajo por un comandante de su unidad, en lo que fue el primer caso de “mobbing” denunciado en el Ejército.
Según informaron a Europa Press fuentes jurídicas, el auto del Juzgado considera que hay indicios del mencionado delito de deslealtad porque el coronel rechazó los partes de baja del comandante que se le remitían por correo desde el domicilio familiar del oficial, y dió parte del mismo por delito de abandono de destino, pese a tener constancia de que su ausencia “estaba plenamente justificada por enfermedad”. El comandante denunció por la vía militar al coronel por acoso psicológico en el trabajo, investigación que ha desembocado en un Juzgado de Madrid.
El Juzgado del Tribunal Militar Central ha abierto sumario al coronel por deslealtad a instancias de la Fiscalía Togada, y en el marco precisamente de las diligencias previas por el delito de abandono de destino abiertas al comandante, que presentó una abundante documentación probando su inocencia y acusando al coronel por denuncia falsa. La pena por el delito de deslealtad está castigada con entre uno y seis años de prisión militar, pudiendo llevar aparejada penas accesorias.
En cuanto a la denuncia por “mobbing”, fue archivada tras la declaración únicamente del coronel y sin mayores investigaciones, por lo que el denunciante ha recurrido en amparo al Tribunal Constitucional para poder ejercer la acusación particular.
El comandante acusó al coronel de limitar sus derechos, denegarle documentos, y tratarle en un tono vejatorio y ridiculizante. El coronel, por su parte, restó importancia a las imputaciones, y sostiene que siempre actuó por el bien de la unidad y en conciencia, y que el desleal era el comandante.
La denuncia del comandante expone que el coronel le impuso el pasado mes de febrero un arbitrario arresto de cuatro días por un incidente protagonizado con un teniente, que le causó una baja médica, al regreso de la cual su superior le recriminó de forma muy dura el haberse cogido la mencionada baja, y le dijo que de la misma se podrían derivar “repercusiones”.
El oficial también sostiene que el coronel registró un día más tarde el recurso de alzada contra su sanción, para que figurase como presentado fuera de plazo.
El comandante afirma que en diversas ocasiones el coronel le ha dicho que “la gente no le quiere” y que sería mejor que se marchase a otra unidad. También señala que en las juntas administrativas del cuartel el coronel le ha ridiculizado en público. El oficial precisa en la denuncia que ha acudido a la vía judicial tras agotar el conducto reglamentario dentro del Ejército, que se desentendió del problema.
Asimismo, el comandante tiene presentada otra denuncia contra el mismo coronel por un presunto delito de allanamiento de morada, por ordenar la entrada en su habitación en la residencia militar sin su consentimiento, ni autorización judicial. Un Juzgado militar de Madrid investiga actualmente estos hechos.
Fuentes militares indicaron a Europa Press que el comandante se encuentra actualmente de baja psicológica y que ha sido cesado en su nuevo destino por una supuesta falta de idoneidad. Sin embargo, en sus denuncias expone que le fue concedida en 1998 la Medalla al Mérito Militar con distintivo blanco, y que cuenta con felicitaciones por escrito de su rendimiento de superiores jerárquicos con los que ha trabajado con anterioridad.
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