Este excedente procede de las tres grandes actividades que desarrollan las mutuas en su condición de entidades colaboradoras con la Seguridad Social: gestión de contingencias profesionales (accidentes laborales y enfermedades profesionales), gestión de prestaciones por contingencias comunes (accidentes y enfermedades no laborales) y gestión de prestaciones por cese de actividad de los trabajadores autónomos.
AMAT recuerda que cada una de estas actividades permite financiar un fondo específico de la Seguridad Social. En concreto, el 80% del excedente resultante de la gestión de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (441,79 millones de euros en 2017) se ingresará en el Fondo de Contingencias Profesionales de la Seguridad Social.
El excedente de las mutuas obtenido en la gestión de las contingencias comunes se destinará en su totalidad (770.000 euros) al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la hucha de las pensiones.
Por último, estas entidades ingresarán 106,15 millones de euros en la Reserva Complementaria de Estabilización por Cese de Actividad de los Trabajadores Autónomos, en la Tesorería General de la Seguridad Social, como excedente de la gestión de dicha prestación.
AMAT subraya que el resultado de la gestión de las prestaciones por contingencias comunes ha sido de -462,33 millones en 2017, por lo que confía en que el próximo Reglamento de Mutuas incorpore instrumentos positivos para la colaboración en este área, así como que los agentes sociales pacten medidas en esta materia en el marco del pacto de convenios.
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