Un obrero de 39 años ha estado más de una hora sepultado bajo tierra en una zanja de más de tres metros de profundidad por uno de ancho en Navalcarnero, pero ha logrado sobrevivir gracias a que sus compañeros le han podido desenterrar el rostro para que respirara hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Según un portavoz de Emergencias 112 Comunidad de Madrid, a las 10.20 se produjo el aviso de que un trabajador había quedado sepultado en una zanja de la avenida de la Dehesa, 9, en el municipio madrileño de Navalcarnero, por lo que se desplazaron al lugar cuatro dotaciones de Bomberos de la Comunidad, un helicóptero y un VIR (Vehículo de Intervención Rápida) del SUMMA, además de efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local.
A su llegada, los servicios de emergencia se encontraron junto a la fachada de un edificio de viviendas una zanja de más de tres metros de profundidad por uno de ancho, dentro de la cual había un hombre “completamente sepultado”, aunque sus compañeros le habían liberado la cara, por lo que respiraba y estaba consciente.
Con cuidado para que no se produjeran nuevos desprendimientos, los bomberos entraron a la zanja, donde ya había sanitarios del SUMMA y otras personas que intentaban ayudar, y procedieron a apuntalarla. Sobre las 11.45, consiguieron liberar al trabajador, que presentaba policontusiones y que fue trasladado por una ambulancia del SUMMA al Hospital de Alcorcón, con pronóstico leve.
Según la fuente, el hombre ha “vuelto a nacer” gracias a la ayuda de sus compañeros, ya que este tipo de siniestros suelen tener “muy mal” desenlace. Aunque la zanja estaba abierta para meter una tubería, los trabajadores no pertenecían al Canal de Isabel II.
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