Los 49 túneles de la ciudad de Madrid, en especial los de mayor longitud, que pueden tener más problemas de seguridad, estarán conectados a partir del próximo 1 de enero con un centro de control único enlazado a todos los servicios de emergencia municipales.
El alcalde, José María Alvarez del Manzano, presentó ayer en compañía de su tercera teniente de Alcaldía, María Tardón, y de la concejala de Obras, Elena Utrilla, el nuevo sistema que viene a incrementar los controles y las medidas de seguridad.
Como explicó Utrilla, el contrato de control y señalización concluye ahora. Por ello, el Ayuntamiento ha decidido mejorar el sistema actual. El mismo, según confirmó el director de servicios de Obras, Fernando Catalá, cumplía ya todos los requisitos de seguridad exigidos por la legislación. Las nuevas medidas aprobadas vendrán a reforzar la seguridad ya existente por encima de lo estipulado por la normativa nacional e internacional.
El propósito de los responsables de los servicios de seguridad y obras es conocer de forma inmediata cualquier incidencia que se produzca dentro de los túneles y canalizar y centralizar las posibles actuaciones de emergencia. El centro de control estará directamente conectado con el Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Municipal, Bomberos del Ayuntamiento, el Area de Medio Ambiente, Protección Civil y Movilidad Urbana.
A través del vídeo, 8.000 ordenadores de la Corporación tendrán acceso a toda la información que den las cámaras y micrófonos instalados en los túneles.
Fernando Catalá explicó que este sistema no mejorará los tiempos de respuesta de los servicios municipales, «pero sí sabremos de inmediato de qué incidente se trata, sin esperar a que lleguen los servicios de emergencia y evitando que se acumule tráfico en la entrada del túnel».
Catalá explicó que los primeros túneles que contarán con este sistema, que costará casi 10 millones de euros (1.600 millones de pesetas) serán los más largos: Pío XII-paseo de la Castellana (760 metros), Sinesio Delgado (695 metros) y Costa Rica (630 metros). Los dos más grandes de la ciudad, que se encuentran en construcción, contarán ya con este sistema, por lo que no entran en la actual adjudicación. Son María de Molina, que tendrá más de dos kilómetros, y Santa María de la Cabeza (1.050 metros).
Estos dos últimos contarán además con control de accesos y gálibo, postes de auxilio, megafonía, señalización variable exterior e interior, alumbrado de emergencia, detección y extinción de incendios y seis y dos salidas de emergencia, respectivamente.
La propuesta seleccionada inicialmente ha sido presentada por Dragados Obras y Proyectos y será llevada al Pleno de esta misma semana para que en diciembre se apruebe definitivamente.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
