Tuvo mucha suerte, dice un bombero. El limpiador de cristales de unos 30 años, cayó desde un quinto piso del edificio del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Vigo y solo se fracturó un fémur. La razón es que el trabajador, en caída libre, se desplomó sobre un estrecho saliente de un balcón y quedó al borde del vacío. Eso le salvó la vida.
Los sanitarios del 061 llamaron a los bomberos porque el lugar donde quedó atrapada la víctima era peligroso. El peón limpiaba una cristalera de la fachada, en un techo que daba a un quinto piso, cuando por causas desconocidas se precipitó al vacío. Cayó tres metros y medio porque lo frenó un estrecho rellano que sobresalía 60 centímetros y que correspondía a un balcón inferior. A consecuencia del impacto, la víctima del accidente laboral se rompió una pierna y quedó al borde del vacío, a la altura de un cuarto piso. Por debajo de él había 15 metros más.
Los sanitarios del 061, un médico y un auxiliar, subieron hasta el balcón con una camilla. El lugar tenía una puerta de acceso pero fueron prudentes ante la dificultad del lugar. Los bomberos caminaron por el balcón, que contaba con medidas de seguridad como un quitamiedos y una barandilla. El médico los siguió y así pudo atender al herido, que estuvo en todo momento consciente y podía hablar. Finalmente, los bomberos usaron la camilla que había subido el 061 para llevar al herido hasta una zona más segura.
El edificio de la Seguridad Social destaca por su amplia cristalera y está situado en el centro del barrio de Coia.
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