La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha constatado que existen “riesgos de trauma acústico” entre los trabajadores del servicio telefónico de emergencias de Cataluña 112, según el documento del Ministerio de Trabajo. El texto señala que la posibilidad de perder audición se debe a la “inexistencia de reguladores externos de volumen automáticos en la recepción de las llamadas telefónicas”. Con estos reguladores, los empleados evitarían el “efecto bozinazo por gritos de bromistas”.
La Inspección de Trabajo da un mes para solventar este problema. Un portavoz del 112, servicio que depende del departamento de Interior, explicó que “se ha pedido un requerimiento a Telefónica” y “se está a la espera” de los resultados. Según Trabajo, la documentación aportada en la denuncia incluye las firmas de la “casi totalidad de trabajadores afectados”, mientras que la empresa alega que no es la propietaria de las instalaciones, sino que lo es el departamento.
La denuncia procedió de un delegado de UGT, que alertó sobre el uso de auriculares inadecuados de los trabajadores que, en su opinión, provocan pérdida de oído. El sindicato señaló hoy en un comunicado que el personal del 112 trabaja con auriculares envueltos artesanalmente con papel para atenuar el ruido de llamadas de usuarios que entran con un volumen excesivo y que supera la normativa de prevención de riesgos laborales.
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