A pesar de que la mujer reconoció los hechos y aceptó la referida pena de prisión, la vista oral se celebró igualmente para determinar la indemnización que deberá abonarle al herido, fijada por el fiscal en 32.928 euros. La acusación particular, por su parte, eleva a la petición a 100.000 euros.
Tal y como se recoge en el escrito de conclusiones provisionales del ministeiro público, la acusada era la encargada de la distribución del trabajo y del cumplimiento de las medidas de seguridad en una cantera de cuarcita y pizarra ubicada en Lourenzá.
Según se recoge en el relato de la acusación, la procesada, en el ejercicio de sus funciones, no comprobaba debidamente que los nueve trabajadores en plantilla de la empresa utilizaran los equipos de protección individual obligatorios por ley. Además, durante un periodo en el que la acusada estuvo de baja laboral no dejó al frente de la empresa a ningún encargado, sino que envió a su marido a supervisar la actividad de la cantera, a pesar de que esta persona no tenía ningún tipo de vinculación con la empresa.
Así las cosas, en la tarde del 11 de enero de 2007, uno de los trabajadores se dispuso a cortar piedra con una máquina sin utilizar las gafas de protección necesarias, ya que la acusada nunca le había obligado a ello. En ese momento, le saltó una esquirla de piedra al ojo derecho y le produjo un traumatismo ocular y el desgarro de la retina. A consecuencia de este incidente, el trabajador sufrió la “práctica pérdida de visión del ojo lesionado”, tal y como redacta el ministerio público. La acusada reconoció este martes su responsabilidad en estos hechos y aceptó un año de prisión, quince meses menos de lo que solicitaba inicialmente el ministeiro público.
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