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Un trabajador de Linares (Salas) murió ayer al originarse una deflagración mientras realizaba labores de reparación de vehículos en un taller del núcleo salense de Villazón. El accidente se produjo sobre las cinco y media de la tarde. El fallecido, Ignacio Díaz Nido, de unos 30 años, trabajaba en esta empresa de carrocerías desde hacía meses. No estaba casado ni tenía hijos.

El hombre realizaba trabajos de soldadura en el interior de una cuba de un camión cuando se produjo la explosión, al parecer por acumulación de gases en una zona sin la ventilación oportuna. Al lugar del accidente se desplazó un equipo de Atención Primaria del centro de salud de Salas y médicos de la unidad móvil de Oviedo. Los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida de Ignacio Díaz Nido. Sí atendieron a varios compañeros de la víctima, en un primer momento asustados por el fatal accidente y con pequeñas heridas a causa de la explosión.

Por las características del accidente, se necesitó la intervención de varias dotaciones de bomberos de Pravia y Grado. Los efectivos desplazados desde el parque de Pravia accedieron al interior de cuba donde se produjo el suceso sobre las seis y media de la tarde. Según informó ayer Emergencias de Asturias, antes de entrar en esta estructura comprobaron que había altas concentraciones de monóxido de carbono. Por esta razón, vaciaron en el interior de la instalación varias botellas de aire con el fin de limpiar la atmósfera. Un bombero con el equipo semiautónomo de respiración fue el encargado de entrar en el interior del depósito y verificar la muerte del trabajador. Para facilitar el levantamiento del cadáver se instaló un motoventilador.

La Guardia Civil custodió las labores que llevaron a cabo los equipos de bomberos y también el juez de instrucción de Pravia, encargado de autorizar el levantamiento del cadáver.

El cuerpo del trabajador se trasladó a última hora de ayer al Instituto Anatómico Forense de Oviedo. Hoy se le practicará la autopsia con el fin de conocer en que condiciones se produjo su muerte del joven salense. Los compañeros de trabajo del fallecido informaron en un primer momento a Emergencias de Asturias que el hombre fallecido estaba en el interior de una cuba, soldando, cuando se produjo la potente deflagración. No vieron salir a ninguna persona del interior de la estructura. A la zona acudieron bomberos con base en los parques de Pravia y Grado. Tras sofocar las llamas, varios equipos se quedaron en el taller, que permaneció cerrado al público y en todo momento vigilado por agentes de la Guardia Civil para facilitar el trabajo de las personas que participaron en el dispositivo.

El hombre tenía experiencia en el mundo de la soldadura y había trabajado para varias empresas realizando siempre la misma labor. La autoridad laboral competente se hará cargo de la pertinente investigación, que determinará si la víctima estaba o no trabajando en las condiciones que prevé la ley para realizar este tipo de trabajos.

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