Un estudio realizado por la Universidad de Cádiz (UCA) acerca de las condiciones de seguridad marítima y la prevención de riesgos laborales en la flota pesquera ha constado el nivel óptimo, en general, de estos parámetros en las embarcaciones andaluzas.
Esta investigación, apoyada por la Consejería de Agricultura y Pesca con unos 90.000 euros, ha sido desarrollada por profesores de la UCA, según informó la Junta en un comunicado.
El estudio, denominado Proyecto Segumar, se ha centrado en la flota artesanal andaluza y tiene como objetivo caracterizar las condiciones de seguridad de las embarcaciones andaluzas; conocer el nivel de salud de los pescadores; analizar las condiciones de trabajo; evaluar las deficiencias de los equipos y medios de salvamento, navegación y comunicación; y elaborar propuestas de mejora.
Según las conclusiones del estudio, todos los barcos cumplen la normativa sobre el número de balsas, chalecos salvavidas y aros que debe llevar a bordo, encontrándose en general estos dispositivos en estado óptimo. Además, indica que la revisión de los aparejos se hace con frecuencia y destaca la incorporación a bordo de equipos de tecnología avanzada de posicionamiento y navegación (GPS).
No obstante, como aspectos negativos señala, por ejemplo, la falta de formación generalizada en aspectos sanitarios y de prevención de riesgos. Asimismo, respecto a la utilización de ropa de agua, destaca que aún se siguen utilizando colores como el verde, que en caso de caída al mar dificultan la detección de personas e indica también que el abarloamiento consecutivo de barcos (a veces de 6 o 7) supone una fuente de riesgos.
En relación con el estado de salud de los pescadores, aunque el estudio concluye que se trata de un colectivo sano, hay una serie de patologías que se repiten con frecuencia como las de tipo muscular y esquelética, digestivas, respiratorias o dérmicas, relacionadas con las condiciones de trabajo. También se han detectado patologías incompatibles con la actividad (diabetes, angina de pecho o depresión).
Además, según el estudio, son muy frecuentes los accidentes a bordo por caída en cubierta o golpes con herramientas, así como los pinchazos y cortes en la manipulación del pescado, que en su mayoría se producen en los embarques sin que cause baja laboral. Por otra parte, casi la mitad de los trabajadores han sufrido accidentes que le han causado bajas, siendo el promedio de duración de éstas de 67 días.
El trabajo de investigación se ha desarrollado entre los meses de abril y junio de 2002 y el área geográfica de aplicación ha comprendido el litoral de la Comunidad Autónoma andaluza, distribuido en dos zonas, Suratlántica y Surmediterránea, que presentan diferencias significativas entre ellas en cuanto a número de embarcaciones, potencia de la flota o capacidad de bodega.
La flota artesanal andaluza, además de su importancia numérica –aglutina a unas 2.027 embarcaciones–, tiene una serie de características específicas. En este sentido, incluye a las embarcaciones de menos de 20 Toneladas de Registro Bruto (TRB), suele dedicarse a la práctica de numerosas modalidades pesqueras y presenta, en general, una estructura de gestión empresarial marcadamente familiar.
El tamaño de la muestra ha sido de 298 barcos y el método de trabajo ha consistido en la realización de encuestas al personal. Los puertos elegidos han sido: Isla Cristina, Lepe, Punta Umbría, Sanlúcar, Puerto de Santa María, Barbate, Conil, Tarifa, Algeciras y La Línea, en la zona Suratlántica; y Estepona, Fuengirola, Vélez-Málaga, Adra, Almería, Carboneras, Garrucha Roquetas y Motril, en la Surmediterránea.
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