De la mano de los investigadores de la Universidad RMIT de Australia y los científicos de la CSIRO llega un tipo de tejido antibacteriano que ha sido capaz de matar a bacterias como la E. coli y otros tipos en tan solo 10 minutos después de su contacto. Actualmente, los tratamientos antibióticos actuales cuando las bacterias infectan a los seres humanos llegan a durar entre 7 y 21 días dependiendo de lo complicada que sea la infección, por lo que un material como este podría evitar tanto el gasto en tratamientos, como las resistencias de las bacterias a dichos fármacos.
Para el desarrollo del tejido se combinó un conjunto de nanocables cargados con plata-TCNQ y algodón. Tras ser revestidos con la plata (un conocido antibactericida), los nanocables liberaban iones de este metal que mataban a las bacterias a medida que entraban en contacto con ellas. Se podría usar en la mayoría de los materiales como el algodón o el nylon, según los investigadores. Y además, se prevé que el tejido tendrá una larga vida.
Según los creadores, este material tiene un grandísimo potencial en los hospitales, ya que sería capaz de evitar las temidas y resistentes infecciones hospitalarias mediante la creación de ropa de cama o delantales quirúrgicos antibacterianos hechos con este tejido.
Y MÁS TENIENDO EN CUENTA QUE CADA AÑO HAY 600.000 CONTAGIOS EN HOSPITALES
Todos podemos suponer que mantener la asepsia en los hospitales no es tarea fácil. Incluso la forma y las veces en las que se lava las manos un médico resultan determinantes a la hora de infectar o no a sus pacientes. No en vano, a pesar de todas nuestras tecnologías asociadas a la esterilización, cada año 600.000 enfermos son afectados por una o varias infecciones contraídas en el hospital. Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria causan 37.000 fallecimientos.
Estas infecciones los suelen provocar bacterias comunes, que penetran en el organismo a través de una herida o una sonda, o simplemente son gérmenes que consiguen doblegar el sistema inmune deprimido del enfermo. Es decir, que la propia ecología del hospital es la responsable de las infecciones: mucha gente enferma que recibe muchas visitas de familiares o amigos en un lugar concentrado. Paradójicamente también, los progresos de las técnicas médicas propician la propagación de estos gérmenes al multiplicar los actos “intrusivos”: prótesis, catéteres, intubaciones, endoscopias, colocación de sondas urinarias…
Fuente: www.omicrono.com; www.xatakaciencia.com
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