La Unión de Consumidores recuerda los consejos de cara a la celebración de Halloween, dado que en numerosos comercios se ponen estos días a la venta diversos disfraces y complementos que deben contar con las suficientes garantías de seguridad. En primer lugar, los disfraces para menores de 14 años se consideran juguetes, por lo que deben cumplir con la normativa específica de los mismos.
En concreto, las etiquetas y las instrucciones (redactadas –como mínimo- en castellano) deberán alertar a los usuarios o a sus supervisores de los peligros inherentes a los juguetes y los riesgos de daños que entrañe su uso e indicar cómo evitarlos, constando la marca CE, así como la razón social y el domicilio del fabricante.
En cualquier caso, «es muy importante» que los niños pequeños «no tengan a su disposición artículos que puedan representar un peligro de asfixia como, por ejemplo, aquellas que tengan cordones en el cuello o que incorporen piezas muy pequeñas que se puedan tragar», explican desde la asociación.
En el caso del maquillaje, los padres deben asegurarse que el producto ha pasado los controles necesarios para evitar posibles reacciones alérgicas, optando por marcas de prestigio.
Los disfraces utilizados por personas mayores siempre deben cumplir el etiquetado de las prendas textiles, indicando nombre, dirección y el NIF del fabricante o importador, número de registro industrial en el caso de prendas fabricadas en España y composición del producto. En cuanto a las pelucas, deberán estar fabricadas con materiales resistentes al fuego.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
