Los dos inspectores y tres subinspectores de la Inspección de Trabajo de Ávila -más una plaza suprimida recientemente- son, a juicio de Comisiones Obreras, insuficientes, por lo que han pedido al Ministerio que dirige Jesús Caldera un “reajuste interno al alza” que permita una mejor atención a la provincia en el tema laboral.
La Federación Estatal de Construcción, Madera y Afines de Comisiones Obreras denunció, en un escrito fechado el pasado 2 de diciembre, que es “imposible que dos inspectores y tres subinspectores, que es la dotación actual, puedan desarrollar con eficacia y racionalidad sus labores inspectoras” en la provincia abulense, abarcando a la prevención de la siniestralidad en los centros de trabajo, contratos, fraudes a la Seguridad Social, despidos injustificados, investigación de accidentes “y demás tareas propias de la Inspección”.
En el escrito, el sindicato considera como “una falta de medios humanos algunas deficiencias para proceder al seguimiento de las denuncias que se llevan al efecto” en el sector de la construcción. Además, se critica que esta situación “empieza a dificultar de manera constante los procedimientos para subsanar la problemática de los riesgos laborales en el sector de la construcción.
Según el sindicato, las carencias de la Inspección de Trabajo de Ávila “llevan aparejado una falta total de informes a la Fiscalía sobre accidentes graves y mortales, la tardanza injustificada de personación en el centro de trabajo”.
También la ausencia de contestación a las denuncias o “que los sindicatos no estén considerados como parte interesada” son algunos de los efectos de la supuesta carencia de personal en la Inspección de Trabajo.
La denuncia está firmada por el secretario de Salud Laboral de la Federación de la Construcción de Comisiones Obreras, Vicente Sánchez, y está dirigida al director general de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Raimundo Aragón.
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