Lograr que se incremente el número de inspectores de trabajo es uno de los objetivos primordiales para Comisiones Obreras en su lucha por reducir la siniestralidad laboral. Aunque aún no han alcanzado su propósito de dotar a la Inspección con más medios, estiman que la provincia debería contar con 7 inspectores frente a los 3 que hay en la actualidad, en breve sí esperan disponer de un instrumento más a su favor. Según la modificaciónde la Ley de Prevención de Riesgos los técnicos en esta materia del servicio de Condiciones Laborales de la Junta de Comunidades podrán proponer sanciones a las empresas que incumplan la normativa. Este cambio entró en vigor el pasado 14 de diciembre.
Aunque aún no hay fecha desde CCOO esperan que en breve el Ministerio de Trabajo y la Junta de Comunidades lleguen a un acuerdo para desarrollar la nueva normativa. De esta forma, los Técnicos de Prevención de Riesgos del Gobierno regional tendrán una función más activa ya que hasta ahora, según explicó el responsable provincial de Salud Laboral de CCOO, Marcelino Zornoza, ni siquiera estaban autorizados a entrar en las empresas para ejercer su labor. «Esperamos que con esta medida el bloqueo que se ha producido en la Inspección de Trabajo se solucione y se pueda actuar más ágilmente», indicó Zornoza. En principio unos 6 técnicos podrán llevar a cabo esta labor.
Para los representantes sindicales además, el hecho de «reforzar» con esta incorporación la labor sancionadora es importante porque se traducirá, o al menos debería hacerlo en su opinión, en una modificación de las prácticas de algunas empresas. Infracciones que en ocasiones acaban causando accidentes laborales y pérdidas de vidas.
Siniestros en 2003
Los datos sobre siniestralidad laboral en 2003 avalan la necesidad de adoptar medidas que verdaderamente sirvan para paliar el problema. «Desgraciadamente con los datos de 2003 en la mano tenemos que decir, no sé si para bien o para mal, que las variaciones con respecto al año 2002 no son muy significativas», lamentó el responsable sindical. Así, el año pasado se registraron en la provincia 7032 accidentes en total frente a los 7534 de 2002, es decir descendieron en un 6,66%. En cuanto a los accidentes leves se registraron 6937, lo que supone un descenso de un 6,53% respecto al año 2002. En el caso de los siniestros graves, la reducción es mayor alcanzando un 23,15%, lo que se traduce en 83 accidentes en 2003 frente a los 108 registrados en 2002.
Sin embargo, esta evolución no se dejó notar en el caso de los accidentes mortales que aumentaron nada menos que un 200% con respecto a 2002. El pasado año 12 personas perdieron la vida en Albacete cuando desarrollaban su trabajo. En 2002 el nú mero de víctimas mortales en la provincia fue de 4 trabajadores. No obstante, Zornoza explicó que estas cifras tienen otra lectura. En este sentido reiteró que «no son significativos porque dentro de los accidentes mortales que se han producido hay algunos infartos de miocardio. Probablemente el infarto le podía haber sobrevenido en el centro de trabajo o en cualquier otro lugar. Además se ha incluido el accidente ferroviario de Chinchilla».
Tendencia a la baja
Pero para los representantes de CC OO la preocupación principal a la vista de los datos surge al comprobar que no hay una «tendencia significativa» a la baja y que la acción preventiva no se traduce en la reducción esperada de la siniestralidad. Una vez más entre los sectores peor parados, en 2003 nuevamente encabezaron las «listas negras» la construcción y el sector industrial. Para CCOO es necesario que todas las partes implicadas tomen cartas en el asunto y que cada cuál, empresarios, administraciones y trabajadores, asuma su responsabilidad.
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