Si se consiguiera mejorar los neumáticos de coche y las condiciones de las carreteras se podrían reducir al mínimo los derrapes y rodaduras, lo que se traduciría en un transporte por carretera más seguro, más ecológico y menos ruidoso.
A medida que en su territorio se van modernizando los sistemas de transporte por carretera, haciendo especial hincapié en la seguridad y el respeto del medio ambiente, la Unión Europea se está esforzando por encontrar maneras de aumentar y armonizar las normas viales de todo el continente. Un aspecto importante que se está tratando consiste en minimizar el derrape de los vehículos con vistas a mejorar la seguridad y promover un transporte más ecológico.
El proyecto financiado por la Unión Europea «Tyre and road surface optimisation for skid resistance and further effects» (Tyrosafe) reunió a partes interesadas procedentes de Bélgica, Alemania, Francia, Países Bajos, Austria, Eslovenia y Reino Unido para hacer realidad este objetivo.
Los socios del proyecto estudiaron la dinámica de los neumáticos y el pavimento para lograr una mejor interacción entre ambos, lo que aumentaría la seguridad de los conductores, reduciría las emisiones de CO2 y disminuiría el ruido. Más concretamente, pasaron revista a los últimos avances técnicos y científicos en este ámbito y establecieron las prioridades de investigación futuras destinadas a mejorar la resistencia al derrape y a la rodadura y a disminuir el ruido.
A continuación, los socios de Tyrosafe realizaron una evaluación muy completa de todos los elementos implicados (neumáticos, derrapes, ruido, seguridad) y su interacción con el entorno que sirvieron para colmar lagunas de conocimiento y producir recomendaciones destinadas a gestionar las propiedades fundamentales del pavimento, poniendo de manifiesto la mejor manera de estandarizar los métodos de evaluación y armonizar el diseño y las políticas de seguridad.
Gracias a Tyrosafe se ha podido obtener una ingente cantidad de conocimientos útiles para la industria del automóvil, las administraciones responsables del transporte por carretera y las autoridades. Si se aprovecharan y aplicaran los resultados del proyecto, los Estados miembros de la Unión Europea podrían reducir los accidentes y las muertes en la carretera, además de promover un transporte rodado más respetuoso con el medio ambiente y reducir la contaminación acústica.
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