El derrumbe del encofrado de un chalet sorprendió ayer a dos trabajadores en Sotogrande. David Lobón Rodríguez de 24 años y Francisco Morales Guerrero de 19 años cayeron de cuatro metros al reventar el encofrado de una tabica lateral de la última obra situada en la calle Doñana 23 A de Sotoalto en San Roque.
Las diligencias del accidente laboral fueron iniciadas por el Puesto de la Guardia Civil de San Roque. Al lugar acudieron inmediatamente los agentes del instituto armado, la Policía Local, ambulancias del 061 y equipos de bomberos. Los heridos fueron trasladados al hospital de La Línea donde ingresaron con diversas heridas que no revestían demasiada gravedad. El encofrado reventó a las 11.30 horas llevándose por delante a los dos trabajadores de la empresa constructora Zambra S.L.. La Guardia Civil informó de que en un principio uno de los jóvenes tenía heridas en la pierna izquierda y el otro se encontraba grave.
El Consorcio Provincial de Bomberos de Cádiz explicó que fueron alertados de un posible rescate de dos personas sepultadas. Al lugar del suceso acudieron seis bomberos del Parque de Guadacorte, una unidad química, un furgón de salvamento, un bomba urbana y una unidad de jefatura. Además un vehículo S-12 partió del parque de Algeciras. Según fuentes del Consorcio de Bomberos al final no fue precisa su intervención pues el rescate de los accidentados se realizó con normalidad. Entre las hipótesis no se descarta que el hormigón cediera por fallos en el apuntalamiento. El hecho de que no se hallara nadie debajo de la planta hizo disminuir el número de heridos que sólo se contabilizaron en dos.
El sindicato UGT lamentó ayer el accidente y aunque en una primera valoración médica las lesiones no parecen ser graves y sin poder afirmar con exactitud los motivos del siniestro, manifestó que “es indignante apreciar como en el sector de la construcción los trabajadores salen de casa al trabajo sin garantías de volver”.
UGT anunció que “seguirán luchando con todos los medios a su alcance contra todas las empresas que no respeten escrupulosamente las medidas de seguridad, tendentes a propiciar que el trabajador lleve a cabo sus tareas con tranquilidad. No podemos permitir que acudir al trabajo signifique desafiar a la muerte”. Los hechos han sido puestos en conocimiento de la Inspección de Trabajo.
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