El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se mostró hoy convencido de que habrá un “gran acuerdo social” en torno a la estrategia española de seguridad y salud en el trabajo y además “en pocas semanas”, lo que permitirá iniciar una nueva etapa en la lucha contra la siniestralidad laboral.
Caldera hizo estas declaraciones durante la inauguración del II Encuentro de Delegados de Prevención de UGT, al que también asistió el secretario general de este sindicato, Cándido Méndez, y los responsables de Seguridad Social y Empleo del Ministerio de Trabajo, Octavio Granado y Antonio González, respectivamente.
El objetivo de la estrategia española de seguridad laboral, planteada para un periodo de cinco años (2007-2011), es el de reducir la siniestralidad y acercar los datos de accidentes laborales de España a los valores medios de la Unión Europea.
La estrategia española de seguridad pretende constituirse como un instrumento para establecer el marco general de las políticas de prevención de riesgos laborales a corto y, sobre todo, a medio y largo plazo. La intención es dar coherencia a las actuaciones en materia de seguridad laboral desarrolladas por todos los actores relevantes en la prevención de riesgos.
El ministro, que defendió el diálogo social frente a la política del decretazo llevada a cabo por el Gobierno del PP, destacó que los acuerdos alcanzados en este proceso de interlocución “permanente” con empresarios y sindicatos han procurado más de 20 acuerdos con un vector fundamental: mejorar la calidad del empleo.
Esto, dijo, también significa apostar por la prevención de riesgos laborales, pues un contexto de precariedad laboral “impide” combatir los accidentes de trabajo.
En este sentido, Caldera subrayó que, gracias a la reforma laboral, la precariedad está descendiendo en España, pues la contratación indefinida inicial sigue creciendo a tasas del 40% y la temporal continúa reduciéndose, una tendencia que este mes de abril “se ha acentuado”.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, señaló que, pese a que los siniestros laborales están descendiendo, todavía arrojan “cifras terribles” ante las que “no se puede bajar la guardia”.
Méndez reconoció que ahora se disponen de más instrumentos y herramientas que hace un año para combatir la elevada tasa de siniestralidad laboral en España, la más alta de la UE. Entre dichos instrumentos citó la reforma laboral, la ley reguladora de la subcontratación en la construcción o la creación de una fiscalía contra la siniestralidad para perseguir los delitos de riesgo.
En este punto, Méndez pidió a los delegados de prevención congregados en este encuentro que aprovechen esta herramienta y denuncien ante la Fiscalía y también ante la Inspección de Trabajo los incumplimientos empresariales de la Ley de Prevención de Riesgos. Es, dijo, una exigencia que ha hecho esta nueva fiscalía y un elemento fundamental para prevenir los accidentes en el trabajo.
El secretario general de UGT, que también confió en que en unas semanas pueda estar lista la estrategia española de seguridad laboral, defendió la figura de los delegados de prevención y territoriales ante la ausencia de los sindicatos en las empresas de menor tamaño.
Así, recordó que la incidencia de los accidentes mortales es mayor en las empresas donde legalmente no puede haber representantes sindicales (aquellas con menos de seis trabajadores) o en las que existen dificultades para que exista representación sindical.
Por último, el líder de UGT invitó a hacer una reflexión sobre las enfermedades profesionales derivadas del estrés. En este sentido, y citando a Observatorio de Riesgos Psicosociales Europeo, señaló que si las empresas cuidaran más su ambiente de trabajo, mejorarían la productividad de sus empleados y se ahorrarían “no menos” de 20.000 millones de euros en enfermedades y problemas derivados del estrés y otros riesgos psicosociales.
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